La eliminación del examen no soluciona nada, simplemente nos vuelve a vendar los ojos frente a problemas nodales de nuestra sociedad.
Sin conocimiento, sin la traslación de ideas y saberes, las conquistas quedarían en miles de anónimos muertos y tierras arrasadas.
Flaco favor nos hizo el correísmo transfiriendo los bienes del Banco Central al Ministerio de Cultura, sin un modelo de gestión.
Ya no estamos para incentivar el que el niño macho entre en la vida jugando con armas y volquetas y las niñas dóciles con muñecas y ollitas.
Cuando de proyectos culturales se trata, los mismos actores cuestionamos el gasto, nos autoboicoteamos.
Sí, todos tenemos precio; las elites prístinas que jamás se ensuciaban las manos (al menos no a vista del público están embarradas.
Existen desapariciones menos notorias, más lentas en tiempo, más remotas y menos visibles, en regiones de menor densidad.
Desde la independencia de Ucrania de la Unión Soviética en 1991, la proyección y crecimiento de la industria cultural ha sido enorme.
Han, el filósofo surcoreano nos habla de desacelerar el tiempo que vivimos, volver a pensar en relatos con principio y fin
¿Cómo construir un nuevo relato y dar paso a una era diferente resistiendo a las políticas extractivistas; preservando la biodiversidad; cuidando el mar, la tierra y el aire ante la contaminación y destrucción de hábitats naturales?
Voy a escribir desde los años de la certidumbre, como si ello hubiese sido tan natural que no daba cabida a duda alguna. Hablo de los años 70 y 80. También lo hago desde un lugar que me catapultaría seguramente al espacio laboral que creía merecer. Con el tiempo y las aguas el abanico se abría aún más: crecía una clase media ávida de asensos y reconocimientos y de la justa ocupación de espacios de representatividad pública. Aparejado a ello, la ampliación de una oferta de estudios de especialización y sub-especialización una más atractiva que otra, creaba fantasías exhorbitantes en las jóvenes mentes. Y… a la vuelta del siglo tener un título literalmente suponía un billete al cielo. Nadie parecía percatarse que esta misma oferta intensamente diversificada era parte de un crecimiento –no del mercado laboral- sino del mercado del capital.
Poca relación hemos tenido en Ecuador con el tema de la cetrería, el deporte de domar, alimentar y adiestrar para el vuelo a las aves de presa: halcónidos, águilas y acipítridos. Antiguamente este arte milenario servía para que estas aves procuraran animales para los seres humanos; hoy, más bien, una forma de conservación de la naturaleza y educación medio ambiental. Desde el 2010 fue “elevado” por Unesco a la calidad de patrimonio cultural inmaterial, vivo en más de 70 países.
Ensayar, ensayo. ¿Se trata de perfeccionar una acción o actividad por la que transitaste cuando escribías algo propio sobre, por ejemplo, las letras muertas a las que pretendías renovar? Al “ensayar” literariamente evitas conceptos, tampoco zanjas un asunto, simplemente lo rozas, lo palpas de nuevas maneras que permiten re-ubicarte. Así, Josué Durán en su colección de ensayos -“El abandono de la experiencia”- rasguña literaturas/lecturas anteriores para redimensionarlas. Hurga, por ejemplo, en “El chulla Romero y Flores” de Jorge Icaza para desmarcarlo como realismo social y pensar en una novela tránsito hacia la “desfiguración” o “disolución” de constructos artificiosos de sus mestizos arribistas –el Chulla y Rosario- y al hacerlo nos arrastra con él a otras consideraciones como el “sexo con síntomas de pecado” o la noción de “lo provinciano”.
Recordemos a un Humboldt, ingeniero de minas prusiano, que realiza a comienzos del siglo XIX un largo periplo por América. Su magna obra como naturalista y humanista se difunde al mundo entero; circulan sus ideas a través de obras monumentales como “Cosmos”; conferencias dictadas al seno de las academias. Su pensamiento de científico y artista deja estela en nuestro continente a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Denuncia las atrocidades de la colonización española; a la vez, es parte de un proceso de neo colonización capitalista. Y es en estas intersecciones y tensiones causadas por los ecos del mundo humboldteano donde se acoda la exposición de artistas contemporáneos ecuatorianos y colombianos: “Humboldt. Traspasar el mito” del Centro Cultural Metropolitano en Quito. Un tributo más a los 250 años de su natalicio.
Celebramos nuevamente el Día de los Museos. Una marcha pública en Cuenca, un seminario en Quito sobre “Museos, historia pública y políticas culturales” (Universidad Andina), alguno que otro comentario en los medios. Supongo que a estas alturas del partido estaremos de acuerdo en que los museos no son solo “depositarios de bienes muebles representativos del patrimonio cultural de la nación”; y por extensión a lo anterior, tampoco son “lugares de relatos de nación y memoria colectiva”. Son, o deberían ser espacios “activistas” desde donde se anime al debate, se tensione y cuestione precisamente la noción –entre otras- de “nación”, una noción del romanticismo decimonónico que no existe más cuando vivimos la mayor porosidad de fronteras en la historia mundial y nos anima o debe animarnos más bien un diálogo multivocal que va más allá de la política local.
Hablo de la mandíbula de un cocodrilo, un depredador que engulle piezas enteras, nada a una velocidad sorprendente, oye agudamente y a pesar de la rapidez de su mordida mortífera puede llevar a sus crías en la cavidad del hocico sin hacerles daño. Así la misma madre, la humana. Amor y temor, amor y terror. Temor, terror, turbulencia, perturbación, todas aquellas sensaciones relacionadas al poder de disciplinamiento de las madres con sus hijas, a la competencia que se establece entre ellas; a las fauces que engullen y muerden -por amor- a sus crías femeninas. Así el oscuro mundo de las mujeres que la escritora ecuatoriana Mónica Ojeda representa en su extraordinaria obra “Mandíbula”(Madrid, Candaya, 2018).
Las propuestas que se desprenden de la última cumbre de la Iglesia Católica sobre abusos sexuales a menores nos deja a muchos atónitos y a otros con más desconfianza en la institución. El establecimiento de “estructuras de escucha” y denuncia no hace sino dejar al descubierto una Iglesia que intenta tapar huecos donde hay verdaderos socavones que tratar. También sorprende las voces de algunas mujeres –monjas y seglares- que desde organizaciones como “Voices of Faith” (Voces de Fe) reclaman ejercer cargos de responsabilidad con el fin de estar presentes en la toma de decisiones de esta monolítica y jerárquica institución. Si bien en extremo importantes, el problema de fondo que se debería tratar va más allá de todos los abusos de poder y sexuales por parte de curas, obispos y…también de monjas (poco tratado por los medios); más allá de si pueden ordenar o no a las mujeres, situación que a estas alturas ya debiera haberse resuelto.
La ley Orgánica de Educación Superior (LOES) expedida en el 2012 tuvo un impacto inusitado en el mundo de las universidades públicas. Supuso la pérdida de su autonomía, la centralización del poder en una figura emblemática del correato –René Ramírez- y, entre otros, la capacidad de imponer a los rectores designados por el gobierno. A su vez estos nombrarían a los decanos de las facultades dotándoles de un poder claramente alineado a los designios y necesidades del gobierno en cuestión. Se dio inicio al sectarismo y en consecuencia a la corrupción como correlato del mismo. El sometimiento se hizo cada vez más notorio, paralelo a la inyección de petrodólares invertidos en educación.
Estudiante joven en el País Vasco que solo piensa en una carrera universitaria en Europa, y lo hace con escasos conocimientos sobre las realidades específicas de las regiones y culturas que la pueblan. Principios de los años 70, a pocos de la muerte de Franco. Desde mi inicial ingreso en Pamplona, en la Universidad de Navarra, escuchaba por vez primera dos términos que jamás me abandonaron: Opus Dei y ETA. Al primero fui entendiendo desde el fanatismo, la exclusión y la manipulación que se produce al interior de las instituciones/movimientos religiosos cuyos líderes controladores –pero inteligentes como lo era Escrivá de Balaguer- pueden mover miles de voluntades a su favor en función de la idea de salvación de almas. Me costó mucho más comprender los móviles de grupo terrorista ETA cuyas ideas iniciales pude discutir y compartir con amigos que no precisamente entraban a la Universidad de Navarra, verdadera antítesis del movimiento. Pistas por doquier, “Euskadi” (País Vasco) no era Esp
Paraísos atractivos los hay por doquier. Muchos, sin embargo, se han convertido en basureros humanos y materia de desecho que dejan las oleadas de turismo de temporada. Hay otros lugares que atraen más bien para residencias largas porque –además de buenos, bonitos y baratos- estos nuevos habitantes pueden llevar una vida sin trabas fiscales, ni complicaciones familiares o sociales. ¡Ah! Además, si son de la tercera edad, el seguro social que nunca pagaron en el país de acogida, les brinda el servicio gratis. Varios casos que se desarrollan en diversos momentos -Antigua (Guatemala), Villa de Leyva (Colombia) o Vilcabamba (Ecuador)- parecen señalar similares patrones de asentamiento e impacto sobre la comunidad local.