Reviso el historial de tiroteos masivos en los últimos tres años, particularmente en Estados Unidos. La mayoría tienen que ver con espacios escolares; muchos apuntan al tema racial -fuera o dentro de lugares estudiantiles-, sus asesinos son hombres jóvenes. Son hombres, no mujeres. Y esto es lo que me interesa resaltar.
Las armas no matan solas, sus portadores tienen género. A todas luces parece existir una relación masculina con el tema de la violencia y la búsqueda de poder a toda costa. Otro tema que salta en los medios, en todo lugar y a toda hora son los femicidios. No se necesita ser muy letrado para conocer que los asesinatos están perpetrados por hombres; que la violencia doméstica también tiene género. Y podríamos seguir; mi memoria histórica me lleva a guerras y masacres hace ya miles de años; a Alejandro Magno, la expansión de Grecia y las muertes perpetradas sin piedad, o al mismo Constantino que transformaría el mundo “pagano” romano en cristiano mediante la pérdida de centenares de vidas. Putin inventa una guerra…me da igual cual sea la lógica o las justificaciones que se esgrimen. Me da igual.
Me pregunto -entonces- qué hace que el hombre, a pesar de todas las luchas feministas en Occidente vigentes por más de un siglo, siga siendo un animal agresivo y asesino en muchos casos. No puedo dejar de cuestionarme si es biológico o cultural; o quizás los dos. Sea como fuere, los medios deben evidenciar este particular; la educación deberá transversalizar en sus currículos educativos el por qué, dónde y cómo se genera la violencia, poner límites y castigar cualquier forma de hostilidad; la familia en cualquier formato que fuere, debe corroborar una relación horizontal entre la pareja adulta que concibe o adopta niñ@s.
Ya no estamos para incentivar el que el niño macho entre en la vida jugando con armas y volquetas y las niñas dóciles con muñecas y ollitas, esto si la respuesta es cultural. Y si la cuestión fuese biológica, qué?