Si no tienes tiempo, te lo resumimos en estas líneas
- Los locales cierran desde las 18:00 y quedan las calles desoladas y oscuras.
- El invierno, la pérdida de habitantes, la mendicidad, venta de drogas y alcohol inciden.
- Hay esfuerzos por incentivar a que los quiteños vuelvan al centro en las noches
El Centro Histórico de Quito, reconocido por su riqueza cultural y arquitectónica, enfrenta un desafío significativo: el declive del movimiento de personas después de las 18:00.
Más noticias
Pese a que desde hace cuatro meses se cuenta con el Metro hasta las 23:00, las visitas nocturnas al centro no son representativas. Esta situación, agravada durante la temporada de invierno, plantea interrogantes sobre las razones detrás de esta disminución de actividad nocturna.
Cuatro factores inciden en la baja actividad
Una de las causas por las que la actividad decae con la caída del sol es el cierre de los locales comerciales, pues las ventas bajan y no amerita mantener más tiempo abierto.
Esto hace que exista una percepción de semiabandono e inseguridad. Jhofre Echeverría, del Buró del Centro Histórico, explica que desde la pandemia el centro también perdió vecinos.
Hasta ahora hay inmuebles que están inhabitados y los visitantes prefieren ir a sitios en donde se sientan más seguros, como los centros comerciales.
Otros problemas sociales identificados por los vecinos que aún quedan son: la mendicidad, venta irregular de drogas y alcohol artesanal, lo que contribuye a la visión negativa.
Esfuerzos por reactivar la vida nocturna
A pesar de los esfuerzos por revivir la vida nocturna con iniciativas como la campaña Miércoles, todos al centro y, la presencia de restaurantes y bares que operan más tarde, el flujo de visitantes aún no se ha recuperado completamente.
Los museos que forman parte de la Fundación Museo de la Ciudad (FMC) atienden al público hasta las 18:00. Los cambios de horario están acorde con la afluencia de público.
Restaurantes como Vista Hermosa, el restaurante del Hotel Gangotena, y el restaurante Hasta la Vuelta Señor, junto con algunos bares, continúan atrayendo a una clientela nocturna, pero el movimiento general sigue siendo limitado.
La idea-añade Echeverría- es que el centro sea un lugar en donde se consuma arte, cultura, sea atractivo para distraerse y pasar momentos de ocio después del trabajo.
La Secretaría de Cultura y la Administración Zonal Manuela Sáenz trabajan en la ocupación del espacio público para que se realicen actividades con gestores, artistas y artesanos de la zona.
Actualmente, existen opciones de entretenimiento, como funciones en los teatros Bolívar y Nacional Sucre, pero aún queda trabajo por hacer para promover una vida nocturna activa y segura en el centro.
La gente opta por salir del trabajo e ir a su casa y no hay una interacción en los espacios citadinos. Las calles del centro están diseñadas para caminar y disfrutar de su arquitectura. Pero-añade el titular del Buró- es paradójico porque en las noches (las calles) parecen una postal y hay una sensación de soledad”.
La reticencia de las personas a alejarse de un área de nueve cuadras alrededor de Carondelet por temor a la inseguridad destaca la urgente necesidad de abordar estos problemas y revitalizar el Centro Histórico como un destino vibrante para residentes y visitantes por igual.
Más noticias