Los Juegos Olímpicos de París 2024 tuvieron su ceremonia de inauguración este viernes 26 de julio. Uno de los protagonistas del evento fue la leyenda del fútbol y campeón del mundo Zinedine Zidane.
El exfutbolista del Real Madrid y la Selección de Francia, apareció al inicio de la ceremonia llevando la antorcha olímpica y en el tramo final también tuvo otra aparición con la antorcha y un momento muy épico en el deporte.
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Zinedine Zidane, una leyenda presente en los Juegos Olímpicos
Entre gritos de ‘Zizou’, ‘Zizou’, la leyenda del fútbol francés Zinedine Zidane apareció en el estadio del Trocadero, sede del final de fiesta, y entregó el fuego sagrado del olimpismo a Nadal.
La llama había llegado al Trocadero de la mano de un misterioso personaje encapuchado, al que desde el comienzo de la ceremonia se vio recorriendo París con la antorcha, por canales, calles, tejados y museos, a veces en directo, casi siempre en imágenes grabadas.
El recorrido había empezado, también en vídeo, de la mano de Zinedine Zidane.
El campeón del mundo recuperó la llama y se la entregó al mejor tenista de la historia sobre la tierra parisina de Roland Garros, donde ha triunfado en 14 ocasiones, Rafael Nadal.
El jugador español, campeón olímpico en dos ocasiones (2008 y 2016), avanzó hacia el río Sena y tomó allí una barca. En ella le esperaban la tenista estadounidense Serena Williams, la gimnasta rumana Nadia Comaneci y el atleta norteamericano Carl Lewis.
La llama olímpica en París 2024
Cuando el barco llegó enfrente del Louvre, Amelie Mauresmo, plata olímpica en Atenas 2004, tomó la llama y corrió con ella hacia el museo. Allí se la pasó al exbaloncestista Tony Parker y juntos corrieron por la explanada emblemática en busca de tres deportistas paralímpicos, Nantenin Keita, Alexis Hanquinquant y Marie-Amélie Le Fur.
El grupo fue creciendo con nombres notables de la historia del deporte francés hasta que llegó a las manos de Marie-José Perec y de Teddy Riner, dos triples campeones olímpicos.
Se acercaron al globo. El anillo de fuego prendió al instante. Desde la Torre Eiffel, Céline Dion inundó la noche de París con su voz.