Si no tienes tiempo, te lo resumimos en estas líneas
- El Metro de Quito hizo que la gente retome las visitas al centro, sobre todo, durante el día.
- 47% de dueños de establecimientos creen que el Metro no tuvo impacto positivo en su ingreso, según una encuesta de Quito Turismo. Incide la crisis económica y el alza del IVA.
- El consumo de alimentos y ventas minoristas se mueve más. El sector pide más seguridad.
El Centro Histórico experimenta un resurgimiento vibrante con una oleada creciente de visitantes que llegan sin auto, a partir de la operación del Metro de Quito.
Esta afluencia de gente se traduce en un mayor movimiento de personas que pasean, visitan iglesias, se dan un gustito gastronómico o hacen trámites.
Para Joffre Echeverría, presidente del Buró del Centro Histórico: “el centro está de moda”. Este renacimiento se da tras una etapa sombría en la que se vivió un éxodo de habitantes y negocios y se acentuó con la pandemia, la inseguridad y las protestas.
Hoy- en medio del bullicio y la algarabía- se viven realidades contrapuestas y coincidentes: por un lado se ve una reactivación parcial de ventas versus el impacto del estancamiento económico agravado por el aumento del IVA al 15%.
Quito Turismo realizó una encuesta de percepción entre dueños de establecimientos turísticos. En este sondeo, el 47% respondió que la inauguración del Metro no afectó de manera positiva sus ingresos.
De forma paralela, el dinamismo diurno no se ha extendido a las noches, en las que de forma paradójica, Echeverría cree que hay un semiabandono y una sensación de soledad.
A continuación te detallamos seis aristas de qué está pasando en el Centro Histórico:
Artesanos viven dos realidades
Yudith Pozo conoce las dos caras que viven los comerciantes de artesanías del Centro Histórico. Como Presidenta de la Asociación de Gestores Culturales cuenta que sí han visto crecer las ventas de sus productos en las calles Venezuela y Espejo. En ambos costados de las calles, 50 artesanos exhiben sus creaciones, cuyos costos van desde USD 1.
Al mismo tiempo, como administradora de la Tienda Artesanal, un local de 17 artesanos productores, afronta un descenso de las ventas desde enero de 2024.
Ella cree que se debe a varios factores: cierre de la Plaza Grande, recesión económica nacional, alza del IVA al 15%, poca llegada de turistas extranjeros y los pocos que llegan van a sitios específicos.
Rafael Paz vende artesanía de reciclaje al borde de la calle, pero sus ventas no han crecido mucho, cree que los turistas van a sitios específicos para comprar.
Locales particulares, con bajas ventas
En el Centro, los comerciantes coinciden en que el movimiento de gente es abrumador, pero esto no se traduce en mayores ventas en sus locales. Angélica Sevilla lo vive a diario en la tienda Bellagio de ropa de hombre, en San Francisco. A este sitio casi no entran y hay días en los que vende un terno.
Jaime Cajilema está presente en este sector por 55 años con un mini centro comercial, en el que también ve declinar sus ventas a diario. Cree que la gente hace compras menores de uno o dos dólares y se abstiene de gastar más. Esta situación se profundiza a fin de mes cuando en la mayoría de locales deben pagar arriendos de USD 500 o más.
Ventas informales afectan a Centros Comerciales del Ahorro
Los comerciantes que aún permanecen en el Centro Comercial Granada se ven intranquilos e indignados. A sus instalaciones no entran los cientos de visitantes que llegan a la estación San Francisco del Metro. César Guamán, representante, atribuye la caída de sus negocios a los vendedores informales, que como hormiguitas han copado las calles Chile y Cuenca.
Este centro arrancó con 430 locales, ahora se resiste a cerrar con 150. Las instalaciones se ven antiguas y desalineadas por el paso del tiempo y la falta de mantenimientos. Muchos de los locales están abandonados o se han convertido en bodegas.
Luego de diciembre que tuvieron buenas ventas por las fiestas no han podido levantar sus ingresos al nivel que tenían antes de la pandemia.
En las calles, en cambio, los vendedores ambulantes se abren paso entre el tumulto para ofrecer sus productos, que en su mayoría son de USD 1.
12% de dueños de cafeterías han subido sus ingresos
Ya sea que vayan por turismo o un trámite, la gente se da algún tipo de gusto gastronómico, sobre todo durante el día hasta las 18:30, que están abiertos los restaurantes, tiendas y cafeterías.
El Petril de Alicia, en la plaza Grande, ha aumentado la venta de sánduches de pernil. “Desde mediados de noviembre he visto crecer las ventas en abundancia. Se ha triplicado”, cuenta su propietaria.
Para esta comerciante, la gente dejó de ir al centro por el tráfico, no tenían dónde parquear y había mucha inseguridad. “Ahora tienen tiempo para darse las vueltas y picar algo”.
El 12% de propietarios de cafeterías ha tenido un impacto positivo en sus ventas frente al 4% que respondió que no, en la encuesta de Quito Turismo.
Restaurantes de clase media-alta demandan seguridad
Hugo Obando, chef del restaurante Vista Hermosa, cree que la venta se ha ido levantando de a poco. Cuando recién empezó el Metro tuvimos un boom en la mañana, pero en la tarde- noche caen las visitas.
La falta de seguridad, la mendicidad en las noches y el toque de queda son algunos factores que han afectado a estos negocios. En este caso atienden hasta la medianoche, pues tienen un mirador 360 grados de la ciudad y eso, en principio, es un imán para los visitantes.
Al ser un restaurante que apunta a un mercado de clase media-alta, este chef cree que las personas que llegan en el Metro van más a distraer la vista y vivir una experiencia.
Mientras que sus clientes acuden en su auto particular, pero exigen más seguridad. Por esta razón sus ventas solo se han incrementado en un 5%.
La encuesta confirma esta realidad. Un 34% de restaurantes ha tenido un buen impacto económico con la activación del Metro versus otro 35% que no siente una mejoría.
Siete rutas pilotos se incluyen en paquetes turísticos
Juan Carlos Villalba, del Hotel Andaluz, ha sentido una reactivación importante, especialmente, de sus clientes locales a los que se les complicaba llegar al centro por el medio de transporte. Ahora con el Metro, los fines de semana, el restaurante del hotel pasó de 10 a 20 clientes nacionales ha 50 y 60.
Esto quiere decir que hay un aumento del 200% y 300%. “Lo que hemos podido ver es que son familias que llegan. “Antes teníamos mesas de tres a cinco personas ahora de 15, 20 y 25, por lo que ahora se convirtió en un plan de fin de semana”.
En el caso del hotel hay una mayor facilidad de movilizarse para las personas que arman los paquetes turísticos, pues incluyen paseos, oferta gastronómica, visitas culturales, etc.
Quito Turismo ha implementado y diseñado siete rutas turísticas piloto, que buscan impulsar a barrios tradicionales y gestores locales a pensar en el turismo como opción económica.
Actualmente hay 512 establecimientos en el centro, de los cuales 28 son agencias de servicios turísticos.
Villalba cree que los turistas aún no se arriesgan a movilizarse solos, pero sí cuando contratan un guía y este los hace conocer el Metro y se movilizan mejor.
La limitante sigue siendo en las noches, donde aún los turistas extranjeros sienten inseguridad porque el ambiente se ve desolado. El Buró del Centro Histórico está haciendo la campaña: “Miércoles vuelve al centro”, para que los visitantes lleguen en la noche y se extiendan los horarios de los locales.
Quito turismo también cree que hay una ventana de oportunidad para ampliar las opciones gastronómicas y de alojamiento. Esto se debe a que 23% de los dueños de restaurantes contestaron que poco se han diversificado las alternativas, desde que funciona el Metro.
Asimismo, esta empresa metropolitana prevé presentar a fines de este abril del 2024 un plan integral de seguridad turística del distrito. Esto incluye acciones con la Policía, entes municipales e industria turística.
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