Pocas personas en el mundo serán los que afirmen que no les gusta la hamburguesa. Si bien tiene una estructura clásica del sándwich, es un clásico cuyo origen está en discusión. El 28 de mayo es el Día Mundial de la Hamburguesa, el clásico de la gastronomía mundial y que tiene una historia rica como lo es su sabor.
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¿Por qué el 28 de mayo es el Día Mundial de la Hamburguesa?
La historia señala una fecha: 28 de mayo de 1900. Ese día, en Connecticut, un inmigrante alemán hizo algo distinto. Louis Lassen colocó carne entre dos panes. Un cliente tenía prisa. Y sin planearlo, nació la hamburguesa moderna. Y se considera esa fecha como el Día Mundial de la Hamburguesa.
Pero no todos están de acuerdo. En Wisconsin, en 1885, Charles Nagreen tuvo una idea parecida. Vendía filetes de Hamburgo en ferias. La gente no podía comerlos de pie. Entonces puso la carne entre pan. Y vendió mucho más. ¿Fue él el verdadero inventor?
También está Hamburgo. Siglo XVII. Pan redondo, carne de cerdo, gravy. El Rundstück warm alimentaba a marineros. ¿Pasó por ahí la historia? ¿O todo es una campaña de marketing? Nadie lo sabe. Pero cada 28 de mayo, millones dan el mordisco a este clásico de la gastronomía mundial.
El periplo de la hamburguesa hasta llegar a su día mundial
La asociación es inevitable. Por el nombre, se supone que la hamburguesa tiene origen en Alemania, en la ciudad de Hamburgo. Y en mucho tienen razón. Hay un origen alemán, pero con el tiempo se volvió un plato que se vincula con Estados Unidos.
La primera pista clara sobre su nacimiento es el Rundstück warm, que significa “pedazo redondo caliente”. Era un bocadillo de cerdo asado, con remolacha, pepinillos, cebolla y salsa, entre dos panes redondos. Este sándwich era la comida típica de los trabajadores portuarios de Hamburgo en el siglo XVII.
La ciudad, conectada comercialmente con Estados Unidos desde el siglo XVIII, sirvió como puente gastronómico. Así, el Rundstück warm, originalmente de cerdo, cruzó el Atlántico y se transformó en una preparación con carne de res. Nació así el “Hamburg steak”, ofrecido en puestos de comida en Nueva York a los inmigrantes alemanes.
La transformación en EE.UU. y su ascenso comercial
Ya en suelo estadounidense, la hamburguesa tomó la forma que hoy conocemos. Varias historias coinciden en señalar a Charlie Nagreen, un vendedor de ferias en Wisconsin, como el primero en colocar carne entre dos panes en 1885 para facilitar su consumo.
Desde entonces, el sándwich ganó popularidad y adoptó múltiples formas y recetas. En la década del 20 del siglo pasado, comenzó su fase de industrialización con las primeras grandes cadenas. Ya para la segunda mitad del siglo, la hamburguesa se globalizó y se convirtió en un símbolo de la comida rápida, pero también en una base para la cocina creativa.
Hoy, los chefs más reconocidos del mundo no dudan en reinterpretarla con foie gras, trufa o panes artesanales. Incluso cadenas han elevado su estatus gastronómico y se preparan hamburguesas gourmets. Así, este preparado tiene bien merecido el tener un Día Mundial de la Hamburguesa.
Más que comida rápida, la hamburguesa es un símbolo global
La hamburguesa ya no es solo un producto estadounidense. Está en cada rincón del planeta, desde Asia hasta América Latina, en puestos callejeros y en restaurantes Michelin. Cada cultura ha adaptado este plato a sus ingredientes y sabores.
Su versatilidad ha hecho posible versiones vegetarianas, veganas y sin gluten. Además, tiene una carga simbólica: representa tanto la comodidad del fast food como la posibilidad de reinvención gastronómica.
¿Y su verdadero origen?
Aunque no existe un acta de nacimiento oficial, casi todas las versiones coinciden en que Hamburgo dio el primer paso. Como escribe Farley, si el Rundstück warm no fue el abuelo directo de la hamburguesa, al menos es su tío abuelo reconocido.
Hoy, ese sándwich alemán aún se sirve en locales tradicionales como Oberhafen Kantine, recordando que antes de esos nombres comerciales que hoy existen, hubo un pan redondo con cerdo sobrante y salsa gravy.