Al cerrar una serie de columnas donde hemos intentado plantear a los candidatos presidenciales algunos de los temas que consideramos cruciales, ponemos otros en la palestra.
No vemos campaña, dijo un ciudadano que se enteró que dizque los 280 partidos y movimientos políticos andaban en primarias.
En los primeros días de junio de 1990 una llamada de alerta de una amistad desde la cercanía de Guaranda mostraba preocupación. Algo grande se cocía...
El miedo y el anonimato se refugian tras una mascarilla. Caras cubiertas y unos ojitos minúsculos ilustrarán la tragedia de este tiempo.
Asolados por la saturación de noticias sobre el coronavirus y su expansión planetaria no debemos perder d e vista sus otros efectos.
Tras el Informe a la Nación, a mitad del período presidencial de Lenín Moreno, el país atraviesa un extraño letargo sacudido, eso sí, por sismos y terribles asesinatos en las cárceles.
A riesgo de abundar en aspectos de la vida de un político honrado como pocos, quizá sea esta la última referencia personal sobre Julio César Trujillo, su vida y su gran obra.
La reorganización de las altas autoridades de la Asamblea Nacional se logró con menos tormenta de la que la dispersión auguraba.
La climatología política muestra turbulencias. Ni el país, ni América ni otros lares dan nota alta para afrontar la cascada de retos y problemas que resolver. Miremos algo.
El 15 de abril una noticia conmocionaba a millones de personas en buena parte del mundo.
El Gobierno asumió una postura importante y firme al revisar una parte de los millonarios subsidios a los combustibles. Un tema tabú. Aunque las cifras del cálculo oficial sean debatibles, más o menos precisas, es verdad que con las montañas de dinero que hemos desperdiciado en subsidiar combustibles se pudo construir miles de escuelas ( no los mamotretos del milenio, claro) se pudo haber financiado gigantes obras públicas (varias centrales hidroeléctricas sin acudir al crédito usurero y a la obra de pacotilla de alguna empresa china) y hasta tener en niveles razonables de deuda. Por cierto, si a esa cifra sumásemos lo que se voló por sobreprecios, coimas y demás lindezas, el Ecuador de hoy fuese muy distinto. La pobreza, menor, y la justicia social estaría más extendida, todo lo contrario a lo sucedido en tiempos de proclamas revolucionarias que alentaron grandes fortunas y un gabinete de prófugos de la justicia. El tema de los subsidios de los combustibles siempre ha sido detonante d
La firma de los acuerdos de paz entre Ecuador y Perú alcanzó dos décadas. Dos décadas de sentimientos cruzados, emociones contenidas, viejos dolores y alivios reconfortantes.
Gonzalo Ruiz Álvarez presentó el libro ‘Quito, la Feria de América, más de medio siglo de torería (1960-2011)’, un libro que realiza un repaso por más de medio siglo de ediciones de la tradicional feria taurina de Quito, la más importante de América, que se realizó entre 1960 y el 2011.
La frase encierra al menos, un doble sentido. Puede llevarnos a pensar en un famoso programa de radio y televisión en EE.UU.
El país apunta al libro de Guinness. 276 partidos y movimientos están habilitados para inscribir candidaturas en las elecciones de marzo.
La reacción es tardía, pero llegó. La comunidad continental abre los ojos -con cierta somnolencia- sobre el drama de Venezuela.
Luego del anuncio de las medidas que buscan apretar el gasto fiscal y una magra reducción del subsidio a la gasolina súper, hay una pausa.
A falta de varios meses para el arranque de la campaña electoral que elegirá prefectos, alcaldes y concejales, en rigor el medio tiempo entre las presidenciales, se mueven las frutas.
La trampa del populismo eligiendo a la prensa como un enemigo a golpear para evadir su propia irresponsabilidad y desviar la atención es ya una táctica conocida. ¿ Nos cabe duda? Con toda claridad el semiólogo y profesor universitario Umberto Eco lo describió en varios de sus artículos y libros.
Nicaragua vive su hora más oscura desde la dictadura de Somoza. El 19 de julio se cumplió el aniversario 39 de la revolución sandinista. El aniversario más triste de una fecha que no se olvidará nunca, por lo que significa el derrocamiento de la dictadura. Nunca por la represión monstruosa de aquel comandante que fue líder popular y hoy se ha convertido en el tirano del pueblo impotente.