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El karma, para algunas religiones orientales como el budismo o el hinduismo, es una forma de retribución que tiene el universo por los actos que realicemos en nuestra vida. Así, ninguna de nuestras faltas quedará sin castigo y ninguna de nuestras buenas acciones quedarán sin recompensa.
Bueno, al que sabemos las cosas no le salieron como esperaba. Si bien su sucesor no le inspiraba confianza, creyó dejar todo amarrado para que no se pusieran al descubierto los latrocinios y el despoje al país de él y de su banda: mayoría en el Legislativo, un Judicial cooptado, una Corte Constitucional plagada, sí, de ignorantes, pero obedientes, y un Cpccs bajo su total dominio, lo que, estaba seguro, le permitiría seguir evitando la fiscalización de sus protervos actos. Además, como segundo al mando quedaba uno de sus esbirros más aplicados. ¿Qué podía salir mal?
El foro pinta bien, Ruth Hidalgo, directora de Participación Ciudadana y decana de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UDLA y Flavia Freidenberg, profesora investigadora de la UNAM y reconocida politóloga, abordarán, con la moderación de Juliana Ferreira del Instituto Nacional Demócrata (NDI), la participación política de la mujer. Un panel de mujeres que analizará desde su realidad y experiencia la problemática con la que se enfrentan en la práctica de la política y los hombres, del otro lado, escucháremos y aprenderemos.
La noticia cayó como una bomba, Carlos Luis Morales, vieja gloria del fútbol ecuatoriano y prefecto del Guayas por el Partido Social Cristiano, murió repentinamente de un infarto fulminante.
Mientras me cambio “las galas” utilizadas en la última videoconferencia y me vuelvo a poner la ropa cómoda, pero sobre todo que no requiera plancharse, que utilizo regularmente durante el confinamiento, me pongo a pensar en lo que discutimos en ella. Fue una entretenida, aunque preocupante presentación en línea de los últimos datos del Barómetro de las Américas del que ya he hablado algunas veces en este espacio.
Ya he analizado previamente como la necesidad de mantenernos confinados para intentar preservar nuestra salud choca con la cruda realidad de aquella gente que no puede hacerlo porque sus necesidades económicas no se lo permiten. Sin embargo, se debe reconocer también que existen personas que no cumplen las medidas de aislamiento simplemente porque no les importan los demás, lo que tiene mucho que ver con la confianza interpersonal.
Para nadie debe ser fácil sobrellevar el confinamiento al que nos ha obligado la pandemia. En mi caso, me cuesta mucho conciliar el sueño gracias a la angustia que me causa pensar en lo que nos depara esta crisis sin precedentes, en un país que económicamente ya venía muy mal, con un Gobierno débil y taimado y con un Estado saqueado por un miserable, al que, encima, ahora debemos ayudar a sostener los propios ciudadanos con parte de nuestros ya mermados ingresos.
En el año de 1940 una epidemia, conocida como la peste, llega a Orán, lo que pondrá a prueba a sus ciudadanos, acostumbrados a trabajar enloquecidamente, a amar sin darse cuenta y a morir sin la paz necesaria. Una ciudad fea, aburrida y frenética, en la que la vida pasa sin ser realmente vivida.
Desde 2004, cada 2 años, el Latin American Public Opinión Project (Lapop), de la Universidad de Vanderbilt lleva a cabo el Barómetro de las Américas, una encuesta sobre opinión pública y cultura política que incluye a la mayoría de los países ubicados en las Américas. La ultima encuesta en Ecuador se levantó entre enero y marzo de 2019. La muestra incluyó a 1533 entrevistas cara a cara en 51 cantones, con distribución urbano-rural, y con emparejamiento de frecuencias por grupos de edad y genero, lo que la hace muy certera.
Dentro de la reciente reforma electoral aprobada por la Asamblea y ahora vetada por el Presidente, se hicieron interesantes modificaciones, tal vez una de las más importantes sea la de cambiar la fórmula de asignación de escaños en elecciones pluripersonales de D’Hondt (pronúnciese “Dond”) a Webster.
Frente al complicado año que termina, que en octubre nos dejó ver las costuras del país, y con la expectativa de un 2020 que no pinta mucho mejor, con un gobierno débil, actores políticos más con la mira puesta en las elecciones del 2021 que en políticas beneficiosas para el país y una economía que sigue en crisis, es bastante desalentador analizar el 2019 e intentar proyecciones para el 2020, por lo que he decidido mejor hacer un balance literario.
Lamentablemente la Corte Constitucional ha negado la posibilidad de despenalizar el aborto por violación a través del veto presidencial a la reforma al COIP, en lo que constituye un duro revés para las niñas y mujeres víctimas de tan execrable hecho, lo que ha generado, nuevamente, un encendido debate a favor y en contra de la despenalización, mostrando los diferentes valores que dividen a los ecuatorianos.
En Ecuador la rebelión está tipificada en el Código Integral Penal (COIP) y se da cuando una persona se alza o realiza acciones violentas que tengan por objeto desconocer la Constitución de la República o el derrocamiento del gobierno legítimamente constituido, siendo la pena de 5 a 7 años de cárcel. Si esa persona se levanta en armas para derrocar al gobierno o para dificultar el ejercicio de sus atribuciones o promueve, ayuda o sostiene a cualquier movimiento armado para alterar la paz del Estado, la pena será de 7 a 10 años.
Gracias a las restrictivas normas que penalizan el aborto, en Ecuador más del 15% de las muertes maternas son causadas por abortos clandestinos. Además, cerca de 2000 niñas menores de 14 años dan a luz anualmente y entre 2013 y 2017 cerca de 243 mujeres fueron perseguidas judicialmente por abortar.
Antes de ingresar a los ascensores que llevan al inicio de la exhibición, a cada visitante del Museo del Holocausto en Washington DC se le entrega una pequeña tarjeta de identificación que narra brevemente la historia de una víctima o un sobreviviente del Holocausto. A mí me correspondió la de la hermosa Judith Schwed, asesinada en Auschwitz por envenenamiento con gas cuando tenía 12 años.
De acuerdo con Linz y Stepan, una democracia se consolida cuando se ha convertido, a través de un sistema de instituciones, reglas, incentivos y desincentivos, en “el único juego posible” (the only game in town), lo que entraña que nadie esté buscando cambiar el régimen por otro no democrático, que la mayoría de ciudadanos acepten a la democracia como la mejor forma de gobierno y que los principales órganos del Estado actúen de acuerdo con las instituciones democráticas. Es decir, cuando todos los actores juegan dentro del marco institucional democrático y no buscan vías no democráticas para lograr sus objetivos.
Analizaba en mi columna anterior que el fin último del derecho es la justicia y en esa medida, es hacia su consecución que debe estar orientado el ejercicio profesional de los abogados, buscando la aplicación más justa del derecho a determinada circunstancia. Así, el Código Orgánico de la Función Judicial determina que la abogacía es una función social al servicio de la justicia y del derecho y que los abogados estamos obligados a actuar a su servicio, patrocinando nuestras causas con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y buena fe.
Ruth Bader Ginsburg fue la segunda mujer en ser nombrada juez de la Corte Suprema de los EE.UU. luego de Sandra Day O’Connor.
Hoy, mientras escuchaba un programa sobre política, los invitados, que obviamente opinaban sobre asuntos políticos, expresaban con vehemencia su repudio a la política y a los políticos. Puede parecer irónico, pero no lo es, y más bien muestra, por un lado, el poco conocimiento de lo que en realidad es la política y, por otro, la profunda animadversión que genera su ejercicio cuando no es ético, lo que causa también desafección por la democracia que, a su vez, nos puede conducir, como en la historia reciente, por el derrotero de los populismos autoritarios.
La Asamblea de Venezuela, considerando que Nicolás Maduro usurpó el cargo de Presidente de Venezuela mediante un proceso electoral fraudulento que no ha sido reconocido por la mayoría de países latinoamericanos, los EE.UU. y la Unión Europea, nombró, a principios de este año, a Juan Guaidó como presidente interino al amparo de lo previsto en la Constitución venezolana que determina que, en caso de ausencia absoluta del jefe de Estado, el presidente de la Asamblea debe ocupar de forma temporal el cargo y convocar a elecciones.