Este sábado, 3 de diciembre de 2022, se inauguró en el Centro Cultural Metropolitano la exposición ‘Color, el conocimiento de lo invisible’. Una propuesta que permite a los visitantes explorar las diferentes facetas del color.
Esta exhibición, curada por los investigadores y gestores españoles María Santoyo y Miguel Ángel Delgado, se presenta como “un recorrido a través de artistas, creadores, investigadores y tecnólogos, del pasado y del presente, para descubrir qué es el color”, según los organizadores.
Esa es la pregunta que motivó a Santoyo y a Delgado a crear esta muestra que ya tuvo una edición inaugural en Madrid, en junio del año pasado. En 2018 empezaron a pensar en la posibilidad de montarla, asegura la curadora. “Nos interesaba explorar el concepto del color porque nos parecía que era, por un lado, algo familiar y cercano para todos, y en principio reconocible y, al mismo tiempo, desconocido. Su definición no es tan evidente”, precisa Santoyo.
Al investigar y explorar todo lo relacionado al color notaron que la pregunta que querían responder no tenía una única respuesta cerrada. Por eso, decidieron atravesar el concepto desde “distintos ámbitos de reflexión”, como el científico, social cultural, histórico, artístico entre otros.
Otra peculiaridad de esta exposición es que se adaptó al entorno que la recibe. Es decir, la muestra montada en Madrid es diferente a la que se acaba de abrir al público en Quito. Hay elementos que se repiten, como el punto de partida de la exhibición que es el “revolucionario experimento del prisma de Isaac Newton” y otros que se ajustaron la idiosincrasia del público quiteño y ecuatoriano.
Santoyo destaca que el proyecto siempre fue concebido para que pueda viajar y sea itinerante. La idea es que en cada destino de acogida (Quito es el primero al que llega fuera del territorio español) el concepto del color “dialogue con aportaciones locales y de la propia cultura de cada contexto al que nos dirigimos”, señala. Así, la muestra que se levanta en las salas del Centro Cultural Metropolitano, no es simplemente una réplica de lo que se organizó en Madrid.
Para lograr darle un sentido más pertinente del conceto del color al público local la muestra reúne obras, objetos y documentos de archivos, acervos y colecciones públicas y privadas del país. Además, se incluyen obras de artistas ecuatorianos como Olga Fisch, Miguel Varea, Estuardo Maldonado, Araceli Gilbert, Jaime Andrade, Manuel de Samaniego, Oswaldo Viteri, Johana Alarcón, Pilar Flores y Juan Carlos León.
El componente artístico de la edición quiteña es, en palabras de Santoyo, notablemente más importante que el presentado en la capital española, tanto por la variedad como por la calidad y el carácter sensorial de las piezas.
‘Color, el conocimiento de lo invisible’ recorre, asimismo, las cartografías y taxonomías históricas del protagonista de la muestra, como también la simbología y la revolución en el ámbito tecnología. Una sección destacable por su cualidad novedosa es la de la emotividad del color. Esta parte de la exposición analiza cómo se comportan los individuos ante distintas tonalidades, identificando que suscitan en las personas.
Para Santoyo esta experiencia de curaduría le ha permitido darse cuenta de que cada persona percibe el color de una forma específica y diferente y que nunca vamos a saber cómo lo percibe el otro, lo que lo convierte en una “maravillosa duda”.
A la par del recorrido en sí se ha organizado un programa de actividades educativas gratuitas para familias y el público escolar. La exhibición permanecerá abierta hasta el 5 de marzo de 2023.
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