Los políticos –con escasas excepciones– son quienes más pervierten la palabra.
“Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira”.
Oswaldo Viteri pintó una serie que llamó Cabezas. Testimonio sagrado y blasfemo del siglo XX.
“Innumerables puertas:/os contemplo otra vez desde las grietas piadosas de los tiempos”…
“El pueblo no debería temer a sus gobernantes, son los gobernantes los que deberían temer al pueblo”
El monumento posee una trascendencia singular: casi desapercibido, se torna elemento valioso en guerras o revoluciones.
Las imágenes que se materializan a través del monumento son símbolos pétreos del poder.
“El carisma ni se hereda ni deja efectos más allá de la vida del jefe” (Weber).
La efigie del caudillo abraza historia, leyenda y mitología de América Latina.
El artista es autor de más de cien pasillos, albazos, sanjuanes y tonadas
Toda sociedad tiene pústulas y supuraciones.
Ariel sabe que el color actúa en la materia y vive de la comunión entre materia y luz.
Martí versa en un poema que hay que cultivar una rosa blanca para el amigo sincero y también para el cruel.
El muralismo renacentista se fusionó luego con el barroco, el rococó y otras tendencias.
En nuestro tiempo, “borde de un cambio civilizatorio”, el muralismo ha asumido formas distintas.
“Hay que cerrar los ojos para ver con el espíritu, luego, haz salir la luz que has mirado en la oscuridad”.
El artista pinta el tiempo exacto en que alcanza la música de un sueño.
Las fugas de los miembros de las mafias político-criminales que flagelan nuestro país dan para una serie de esta naturaleza.
El minimalismo tuvo prosélitos y detractores
Los célebres sarcófagos egipcios son obras de un arte depurado donde destellan incrustaciones preciosas.