El viaje presidencial de Emmanuel Macron y su esposa Brigitte a Vietnam vuelve a encender el debate sobre su relación sentimental. Las imágenes difundidas de la pareja al llegar al sudeste asiático generaron revuelo en redes sociales y especulaciones sobre una supuesta disputa entre ellos.
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Sin embargo, el mandatario francés desmintió categóricamente los rumores. “Todo el mundo necesita calmarse”, declaró desde Hanoi. Atribuyó el episodio a una estrategia de desinformación impulsada por “la guerra híbrida rusa”, según reportó el portal Clarín.
El medio argentino también recordó que la relación entre Emmanuel Macron y su esposa es constantemente objeto de comentarios malintencionados desde sus inicios.
Ella, 24 años mayor y su antigua profesora de literatura, fue blanco de burlas, ataques sexistas y teorías conspirativas. Pero la pareja, conocida por su fortaleza emocional, responde siempre con la misma postura: la unión se mantiene sólida, a pesar de todo.
Macron afirmó que no habrá divorcio ni crisis, y calificó los rumores como “dimes y diretes”. La historia de amor entre ambos comenzó en Amiens, una ciudad de provincia francesa donde el entonces joven estudiante participaba en un taller de teatro que ella dirigía. A pesar de la oposición familiar y los escándalos sociales, su vínculo sentimental resistió el paso del tiempo.
Un romance fuera de lo convencional
Brigitte Trogneux y Emmanuel Macron se conocieron cuando él tenía 15 años y ella 39. Lo que empezó como una relación alumna-profesora terminó por convertirse en una historia de amor que desafió normas y expectativas. Brigitte estaba casada y tenía tres hijos, uno de ellos compañero de clase del joven Emmanuel. A pesar de la presión social y familiar, Macron prometió volver para casarse con ella, una promesa que cumplió años después.
La relación permaneció en secreto por varios años hasta que Macron, ya licenciado en la Escuela Nacional de Administración (ENA), la presentó formalmente en una boda familiar. Desde entonces, trabajan como una dupla inseparable en lo político y lo personal. Brigitte ha sido una figura clave en la carrera presidencial de su esposo. Participa activamente en la creación del movimiento ¡En Marche! y manteniéndose como su principal asesora, indica el portal Clarín.
En una entrevista publicada por Clarín, Brigitte sostuvo que su relación con Macron está basada en la igualdad y la confianza mutua. “Es difícil, pero lo compartimos”, dijo al referirse a la vida pública que ambos enfrentan. Desde su rol como primera dama, manteniendo una presencia constante al lado del presidente, aunque sin aspirar a un papel político formal.
Pese a las múltiples campañas de desprestigio –que incluyen rumores sobre la orientación sexual de Macron y ataques a la figura de Brigitte– la pareja consolida una imagen moderna de familia presidencial. Es así que las diferencias generacionales no son obstáculo para un compromiso sólido.
