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El monumento a la línea Equinoccial, levantado en 1936

Así lucía en una postal la obra levantada en 1936 sobre las señales dejadas por la Misión Geodésica Francesa del siglo XVIII.

Así lucía en una postal la obra levantada en 1936 sobre las señales dejadas por la Misión Geodésica Francesa del siglo XVIII.

Así lucía en una postal la obra levantada en 1936 sobre las señales dejadas por la Misión Geodésica Francesa del siglo XVIII.

Desplazado por la edificación de la actual pirámide terminada en 1982, con una altura de 30 metros, el viejo y nunca olvidado monumento a la línea Equinoccial levantado en San Antonio de Pichincha, en 1936, se encuentra en el parque de Calacalí, parroquia cercana a Quito desde 1979.

La edificación tiene una interesante historia, pues se construyó en recuerdo de los 200 años de la medición de un arco del meridiano terrestre, efectuada por los sabios franceses Luis Godin, Carlos María de La Condamine y Pedro Bouguer, con la colaboración de los marinos españoles Jorge Juan Santacilia y Antonio de Ulloa y del sabio riobambeño Pedro Vicente Maldonado.

La denominación de línea Equinoccial se debe a que por el centro, tanto de la antigua como de la moderna pirámide cuadrangular, pasa la línea del ecuador terrestre, que divide a la Tierra en dos hemisferios iguales, correspondiendo a dicha línea el cero de las latitudes geográficas. Estas son boreales o australes. Las boreales se cuentan de 0° a 90° hacia el norte, y las australes de 0° a 90° hacia el sur; en ambos casos a partir de un mismo origen.

Es necesario tener presente que la línea Equinoccial o Ecuatorial en San Antonio de Pichincha, es perpendicular al arco de meridiano medido por la primera Misión Geodésica y perpendicular también al arco de meridiano fijado por la segunda Misión, llegada a Guayaquil en 1901.

Con el objeto de recordar tan especial acontecimiento, en 1936, el geógrafo Luis Tufiño, con apoyo del Comité Franco-Americano, presidido por José Gabriel Navarro, localizó las señales dejadas por la Misión Geodésica Francesa del siglo XVIII. Con base en estos datos, se construyó un monumento de 10 metros de alto, para cuyo trabajo el citado estudioso contó con apoyo del antiguo Servicio Geográfico Militar, el cual se hallaba, para ese entonces, equipado con instrumentos modernos adquiridos por el gobierno de Isidro Ayora.

Según informa Tufiño, una vez que esta línea fue demarcada “por medio de señales, se presentó la coincidencia de que una de las meridianas atravesaba por la cima del histórico cerro de La Marca y el borde occidental del cráter del Cotopaxi. Se señaló por operaciones de alineación el punto de intersección del plano meridiano con el plano ecuatorial, siendo indicado por un clavito de oro incrustado en el centro de una moneda nacional de plata y el todo en un bloque prismático de bronce acerado que se halla enclavado en los cimientos correspondientes al centro de la base de la columna piramidal” (Luis Tufiño, ‘Informe a la Comisión Franco-Americana’, 1936, BAEP).

Se emplearon piedras rojizas de andesita granítica tanto en la pirámide cuadrangular como en la esfera pétrea de su cúspide y en los cuatro pequeños monolitos esquineros, las cuales fueron extraídas del cerro La Marca; en tanto que las azulinas en que estaban grabadas las leyendas sobre los sabios de la Misión Geodésica, fueron logradas en las canteras de la loma de Pacpo, cercanas al obelisco. “Toda la piedra fue contratada con el picapedrero Juan Atimbay, propio de la zona de San Antonio, ya que es el único que conoce la naturaleza de estas rocas, que no son fáciles de labrar y menos de triangular, por lo que él y su cuadrilla fueron convenidos para este fin y lo están haciendo bien, ya que son muy cumplidos en su obra…” (Ibídem, Tufiño). Entendemos que los mismos materiales se utilizaron en la gran mole de nuestros días.

En cuanto a la forma misma de la construcción, el
inge­niero se pronunció por un clásico de las figuras geométricas: el cuadrilátero, que es la primera composición del triángulo, y el triángulo, el fundamento sobre el que descansa la Trigonometría, fuerza propulsora de las demás ciencias.

En esta circunstancia, “las caras de sus cuerpos combinados son cuadriláteros, los cuerpos, prismas rectangulares; sus pirámides, sencillas derivaciones de estos mismos prismas; las graderías y aún los mismos planos inclinados que sirven de unión de los cuatro monolitos con la pirámide central, tiene también el mismo fundamento geométrico. El conjunto termina con otro cuerpo, igualmente clásico por su forma geométrica. La esfera, que representa a la Tierra, razón por la cual lleva envuelta una cinta metálica indicadora de la línea equinoccial o ecuatorial; además, lleva esculpida la imagen de los mares y continentes.” (Ibíd., Tufiño).

Desde tiempos prehistóricos, la actual parroquia de San Antonio de Pichincha, llamada antiguamente Lulumbamba, “llanura de frutas maduras” (QuitoCultura. info), ha sido un lugar ceremonial muy importante. “En deste lugar que se halla a una legua del serro que los naturales le llaman La Marca, se reúnen cada 21 de junio grandes cantidades dellos, para rendir culto a sus espíritus que discen vienen en deste día a visitallos. Hascen de dar griteríos al serro porque creen es el ombligo del mundo y que aquí se une y desune la tierra y por eso en este día trasan una línea en el suelo y ponen un palo rodeado de flores, frutas y cosas propias y a las doce del día no se ve la sombra del palo y esto es motivo de gran alegría y regosijo (…). Es cosa rara que en destas tierras siempre hay un continuo viento acompañado de una senisa que viene de los montes y por ello los habitantes le llaman Jallpabamba, “loma de arena fina. Nuestro” (sic). (Juan de Meneses, ‘Informe a SS. Corregidor de Otavalo sobre lo que he visto y oído’, Quito, agosto de

1567, Hoja, Nº 45. Archivo histórico de la BAEP ). La actual Ciudad Mitad del Mundo es uno de los lugares turísticos más visitados del país. Su existencia debe mucho a la visión extraordinaria del ingeniero Luis Tufiño, quien será recordado por su inigualable con­tribución a la ciencia geográfica nacional.

*Doctor en Historia. Autor de varios libros sobre temas nacionales.