Macchiavellica es una colección que incluyó telas nativas con estampados étnicos andinos. Uno de los vestidos de Álex Polo fue confeccionado con telas inspiradas en la cultura shuar. La propuesta de Milú Espinoza representó paisajes y personajes de Otavalo, Riobamba y Chimborazo. Fotos: Mario Faustos / EL COMERCIO
Álex Polo sublimó telas cuyos motivos remiten a la selva amazónica y sus animales, una colección editorial inspirada en la cultura shuar. Milú Espinoza recreó en las telas de sus vestidos paisajes y personajes étnicos de Chimborazo, o de Otavalo (Imbabura). La colección de Macchiavellica también recurrió a estampados, pero de colores vivos y rayas verticales, que evocaban a la bandera arcoíris de los pueblos originarios de los Andes.
Tres de las colecciones presentadas en el reciente Designer Book en Guayaquil destacaron detalles inspirados en culturas andinas y amazónicas. La plataforma de desarrollo local e internacional para la industria de la moda ecuatoriana celebró 10 años y 18 ediciones con una docena de pasarelas de diseñadores ecuatorianos y con la innovación como tema central.
La creatividad también puede surgir de los saberes ancestrales, dice la diseñadora cuencana Álex Polo, que partió de sellos precolombinos o de la tradición del cacao para crear colecciones de alta costura.
En el Designer Book 2017, Polo presentó nuevos atuendos de Epsa, la colección de moda editorial con la que participó en febrero pasado en el New York Fashion Week, y en la que reinterpretó la cosmovisión del pueblo shuar “para transformar la cultura en moda y proyectarla a nivel internacional”.
La diseñadora textil y de modas usó la técnica de sublimación que le ofreció el proyecto Digital Couture Project de Epson para crear telas únicas. Y creó diseños que evocan a la misma selva, a plumas, penachos, colgantes o a las marcas que la etnia shuar dibuja en su rostro, como “una forma de simbolizar y hacer suyo el poder de los animales”.
“El Designer Book es la plataforma más importante del país, me ha permitido cumplir sueños y trazarme nuevas metas. Esta colección que destaca temas de la identidad ecuatoriana generó gran interés en Nueva York e incluso una entrevista del canal E! Entertainment”, indicó Polo, que trabaja también diseño comercial y trajes a medida en Cuenca. “Pero lo que me apasiona es crear moda que me permite soñar”, señaló.
La diseñadora quiteña de alta costura Milú Espinoza presentó la colección Tulpuna Nostrum en la que plasmó la riqueza natural y étnica del Ecuador en vestidos y faldas “con diversidad de cortes, envueltas con vuelos, tops y jumpsuits”, destacó la creativa.
Una colección con 10 atuendos de colores vibrantes, en cuyas telas colaboró Nancy Espinoza, en la pintura, e Isabel Espinoza, en el diseño gráfico. Otavalo con sus paisajes y motivos artesanales constaron en uno de los atuendos. En otro, los protagonistas eran personajes indígenas de poncho y sombrero. El volcán Chimborazo e incluso Manta y Galápagos estuvieron representados en los vestidos.
Mientras que Macchiavellica, la ecléctica marca de la diseñadora guayaquileña Stefania Macchiavello, destacó por el uso de telas nativas con estampados étnicos, como una celebración de sus raíces latinoamericanas. “Nuestras telas son de fibras naturales como yute, lino y algodón mezcladas con sedas italianas y otros materiales. Y la producción está a cargo de artesanas ecuatorianas”.