Alfajores de maicena, elaborados con masa de dulce de almidón de maíz relleno de dulce de leche y decorado con coco rallado para entregar mayor textura al producto. Fotos: Armando Prado / EL COMERCIO y cortesía La Celeste Delicias Argentinas
Cuando Natalia Olivera vino a vivir al Ecuador se trajo un secreto guardado entre sus libros de recetas. Un día en casa desempacó los textos y decidió elaborar un dulce tradicional de Argentina: los alfajores.
El detalle artesanal, el sabor esponjoso de la galleta y el dulce de leche se fueron regando por la ciudad hasta darse a conocer como Che Alfajor.
Olivera, incluso, llevó su elaboración para que la dueña de la receta probara la transformación de su creación original “la receta es de mi abuela, cuando le hice probar se quedó loca, me dijo ‘che, qué buen alfajor’”, cuenta la gerenta general de Che Alfajor.
La receta viajó desde Mar del Plata, pero para Olivera el producto se potenció cuando utilizó chocolate ecuatoriano. La clave de este estilo de alfajor está en el dulce indica Olivera. La galleta debe ser húmeda y llevar una alta dosis de dulce de leche, espeso.
Gustavo Carrera, propietario de El Portezuelo -confitería rioplatense en Quito-, coincide en que el dulce de leche es el elemento clave de estos bocadillos. “Es una confitería que se elabora en torno a este ingrediente para hacer alfajores, pinitos” y mucho más.
Los alfajores marplatenses llevan una cobertura de chocolate. Para Olivera el que más se adapta está en un balance entre amargo y dulce sin llegar a ser chocolate con leche. Aunque también trabaja una edición especial de chocolate al 56% .
Pero los alfajores no son los únicos que se muestran accesibles al comensal ecuatoriano. Juan Mateo Arrieta, dueño de La Celeste Delicias Argentinas, ofrece bajo pedido facturas argentinas, medialunas, vigilantes y hasta panes navideños argentinos.
En la panadería preparan productos típicos de la región del centro de Argentina, de Córdoba, específicamente. Los mismos que difieren porque llevan manteca, mientras que en provincias como la de Buenos Aires se utiliza grasa.
Arrieta también ha encontrado en el chocolate ecuatoriano un aliado. Los productores coinciden en que este permite entregar un sabor distintivo y superior ya que en Argentina solo se utiliza el chocolate brasileño; permitiendo, de esta forma, vincular el producto extranjero con el local.
Alfajor marplatense: Los alfajores llevan una galleta gruesa con una capa de dulce de leche procesado artesanalmente y una cobertura de chocolate blanco y negro.