Pascuales y Nueva Prosperina permanecen atrapados en la oscuridad de una creciente violencia armada, alimentada por la presencia de bandas delictivas organizadas. Estos dos distritos de Guayaquil ejemplifican de manera contundente la relación entre la proliferación de armas de fuego y el incremento de la criminalidad. Este fenómeno se extiende en mayor medida en la Costa ecuatoriana.
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De 119 crímenes que registró Pascuales en los seis primeros meses de 2024, 108 ocurrieron con armas de fuego. Esto significa que 9 de cada 10 personas mueren en tiroteos, principalmente, en la vía pública. Lo más doloroso es que se pierden más hombres jóvenes: 65% tenían entre 18 y 35 años de edad.
Pistolas y revólveres son las armas de uso común en esta zona atrapada por la delincuencia. En el primer semestre de este año, la Policía registró 243 armas ilícitas artesanales e importadas en Pascuales. Esto es casi el doble de lo hallado en el mismo periodo del 2023 y en el 2022.
Pero la estadística policial muestra que de 243 armas aprehendidas, incautadas, decomisadas, recuperadas, entre otras categorías, apenas seis están relacionadas con asesinatos. Esto representa 2,5%.
Otro 50% de armas está vinculado a tenencia y porte de armas ilegal y armas de fuego no autorizadas. El resto se distribuye en otro tipo de delitos.
Nueva Prosperina, segundo distrito con más armamento ilegal
Pese a los esfuerzos policiales para bajar el nivel de delincuencia en Nueva Prosperina, más de 300 000 personas aún habitan en medio de la violencia armada y la pobreza.
El 80% de los 156 asesinatos del primer semestre de este año se dieron con armas de fuego. En el mismo período del 2023 ocurrieron 400 crímenes y de estos en 90% usaron balas.
En este primer semestre se registraron 152 armas ilegales (149 de fuego y tres de fogueo) en este territorio, 41 menos que en 2023.
El 83% de este armamento fue aprehendido y retenido por miembros policiales por considerarse importante como parte de investigaciones.
Esto resulta clave, pues de todas las armas ilícitas registradas, apenas dos están relacionadas con los asesinatos. Y, al tener un porcentaje tan alto de muertes violentas con armas de fuego es necesario contar con evidencia. Esto puede ser una bala, realizar el reconocimiento del arma, entre otros procesos, para llegar a determinar la culpabilidad.
Más armas empuja a mayor número de crímenes
Pascuales y Nueva Prosperina junto con otros ocho distritos posicionó a Guayaquil con mayor número de homicidios no intencionales en el primer semestre de este 2024.
Aunque, la tasa de crímenes violentos (asesinatos, homicidios, sicariatos y femicidios) en el Puerto Principal cayó significativamente con relación a igual periodo de 2023, según el Ministerio del Interior.
Pasó de 41,8 muertes por cada 100 000 habitantes a 27,4. Esto hace que deje de estar entre las 10 ciudades más violentas del mundo junto con Durán, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
No obstante aún hay camino por recorrer en la lucha contra el crimen en este cantón. Al comparar con Quito, otro distrito metropolitano con un población similar, se ve una amplia diferencia.
Mientras en el Puerto murieron de forma violenta 810 personas en este semestre, en Quito fallecieron 94. La tasa de muertes violentas en la capital ecuatoriana hasta junio fue de tres por cada 100 mil personas.
En Guayaquil se registraron 1 061 armas de fuego ilegales, en su mayoría importadas. Esto es 52 más que en el mismo periodo del año pasado.
En la estadística de la Policía, a Guayaquil se lo separa del resto de cantones del Guayas, cuya una tasa es más baja: ocho muertes violentas por cada 100 mil.
Los Ríos tiene la tasa de muertes violentas más alta
Por encima de Guayaquil y 23 provincias está Los Ríos con una tasa de 44 muertos por 100 mil. En esta provincia costera se registraron 382 crímenes en los primeros seis meses del 2023, mientras que este año subió a 425.
Este aumento también se refleja en los registros de armas de fuego. Pasaron de 432 a 632, entre enero y junio del 2023-2024.
A escala país, la proliferación de armas ilícitas muestra una tendencia ascendente en los últimos seis años y este crecimiento también se ve en la cantidad de muertes violentas.
Mientras en los primeros seis meses del 2019 se registraron 2 853 armas de fuego y de fogueo (réplicas de armas de fuego que llevan un taco de papel, madera o plástico que al dispararse a corta distancia puede ocasionar heridas no letales), en el primer semestre de este 2024 subió a 5 605.
Las autoridades del Ministerio del Interior explicaron ante la comisión de seguridad de la Asamblea que el tráfico ilícito de armas de fuego, municiones y explosivos se originan en Perú y Bolivia.
De estos países sale armamento militar, también hay talleres de fabricación artesanal clandestina, en los que se producen armas de bajo y mediano calibre.
Pese a que ley exige un registro de todas las armas de fuego, los controles resultan insuficientes para frenar la compra-venta de manera ilegal.