Una vez que el Gobierno consiguió el control de la Presidencia y las vicepresidencias de la Asamblea, el camino para viabilizar las reformas en materia económica quedó listo.
El plan inicial contemplaba el envío, con carácter de económico urgente, de tres leyes claves para el Gobierno: la reforma tributaria, la Ley antimonopolio y la Ley de Mercado de Valores. Pero las negociaciones políticas de los últimos días implican incorporar en la agenda oficial las leyes de Tierras y de Aguas, que también tendrán impacto en el sector productivo.
Con la urgencia de aumentar los ingresos fiscales, la reforma tributaria será la prioridad. En medio de la incertidumbre sobre el precio del petróleo en el 2012, el Gobierno necesita asegurar los USD 400 millones que pudieran rendir los impuestos a los cigarrillos, bebidas alcohólicas, vehículos, salida de divisas, etc. Los nuevos USD 2 000 millones de la facilidad petrolera con China se agotarán este año.
La Ley antimonopolio, pendiente desde hace una década, está en etapa de parcial difusión para evitar presiones de última hora. Dos temas preocupan a las empresas: la creación de una Superintendencia de Competencia, controlada por el Ejecutivo, y las causales para establecer sanciones, las cuales pudieran ir hasta el 10% de las utilidades.
La nueva Ley de Mercado de Valores, que estaba lista en marzo, pudiera seguir esperando para dar paso a las leyes de Tierras o Aguas, para cumplir con los sectores que demandan una nueva reforma agraria, ya que los tiempos para aprobar las leyes no deben pasar de este año, pues el siguiente es electoral.