La falta de inversión y promoción, pero sobre todo el riesgo de la piratería, mantiene estancada a la industria nacional de los videojuegos.
Un informe del semanario de economía y negocios Líderes, que circula hoy, señala que los videojuegos hechos en Ecuador aún no encuentran un mercado sólido. Sin embargo, existen algunas compañías que han logrado desarrollar productos que incluso se venden en el exterior.
[[OBJECT]]Blue Lizard Games es una de la más grandes empresas de videojuegos en el país y durante los tres años que lleva en mercado ha producido ocho videojuegos.
Su más reciente producto fue Nanoland, un videojuego que está disponible a escala mundial a través de Internet. Incluso se prevé que en los próximos meses se traduzca a otros idiomas como el portugués y el inglés.
Este producto se concretó con una inversión de USD 1 millón, provenientes del Grupo Santillana, según Fernando Revilla, gerente general de esta editorial.
Blue Lizard Games está en marcha desde el 2008 y abrió el mercado a otras cuatro grandes firmas, según Andrés Ontaneda, gerente general de la agencia de publicidad Matte. “En el negocio de los videojuegos se deben hacer grandes inversiones y en el Ecuador las personas no estaban dispuestas a asumir ese riesgo; sin embargo, el talento para desarrollar estos productos siempre ha existido en el país”.
Romina Carrasco, coordinadora de Interactividad y Multimedia en la Universidad San Francisco de Quito, confirma que desde hace un par de años este mercado se desarrolló con la creación de aplicaciones sencillas como videojuegos para teléfonos móviles o para Facebook. Sin embargo, señala que la demanda todavía no termina de afianzar la oferta debido que existe desconocimiento de las empresas que ofrecen este tipo de productos.
Por ello, muchas veces quienes requieren de este servicio lo solicitan a empresas en el extranjero.
La mayoría de productos hechos en el Ecuador se desarrolla como una aplicación para Internet o como publicidad para las empresas y son comercializadas a escala nacional y en el extranjero, según fuentes de Líderes.
Para Christian Gavilanes, gerente general de la revista especializada en videojuegos Pyxart, el riesgo para los desarrolladores nacionales es la piratería, que ha frenado el despegue de una industria de gran valor agregado.
Según indica, del total de ventas de videojuegos, apenas un 20% corresponde a discos originales que se adquieren en los locales de venta en todo el país. “En Guayaquil la tendencia muestra que adquieren mayor cantidad de juegos originales, mientras que en Quito es menor y en provincias, estas ventas son casi nulas”.
Los productos originales son básicamente importados y se utilizan en consolas de las marcas Nintendo, Sony o Microsoft.
Según el Banco Central del Ecuador, en el 2010 se importaron USD 812 000 en videojuegos desde países como China, Panamá, Estados Unidos, entre otros. Este monto es menor al registrado en el 2008, cuando las compras externas se ubicaron en USD 2 millones aproximadamente (ver gráfico).
Para Diego Mencías, gerente de la comercializadora Games Corp., la demanda en videojuegos y consolas ha caído en un 50% en comparación con años anteriores. Esto se debe a los aranceles que estos productos tienen para ingresar a Ecuador. Esto representa casi un 100% extra al costo original en el extranjero, señala. La rentabilidad ha bajado y eso “nos ha obligado a cerrar seis franquicias, de 16 que existían en el país”.