La economía mundial entró en una “nueva fase, más peligrosa” y los países de la Zona Euro deberán actuar rápidamente, dijo el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, en una entrevista publicada ayer por el rotativo australiano Weekend Australian.
El estadounidense aseguró que los problemas de deuda soberana en la Eurozona son más inquietantes que los problemas a mediano y largo plazos, responsables de la degradación de la calificación crediticia de EE.UU., que desató un movimiento de pánico la semana pasada en los mercados financieros del mundo entero.
“Estamos en los primeros momentos de una tormenta nueva y diferente, no es igual que en el 2008, cuando estalló la crisis financiera. En las últimas dos semanas, el mundo ha pasado de una dificultosa recuperación a varias velocidades, con los países emergentes y algunas economías creciendo bien y los países desarrollados con problemas, a una fase nueva y más peligrosa” .
El presidente del Banco Mundial advirtió que, a diferencia del 2008, los gobiernos tienen ahora menos margen de maniobra para estimular la economía. En el caso de los países desarrollados han agotado su margen fiscal, y su política monetaria ha alcanzado la máxima flexibilidad posible.
En cuanto a los problemas de deuda en la Eurozona, las decisiones tomadas hasta ahora por los políticos se quedan cortas respecto de lo que se necesita.
El pasado sábado, Italia, víctima de la especulación financiera, endureció por segunda vez en un mes el plan de ajuste para equilibrar sus cuentas y frenar los ataques de los mercados a su economía, la tercera de la Eurozona.
Las medidas incluyen un impuesto de solidaridad sobre las rentas más altas y ulteriores recortes a los “costes de la política” con la fusión de provincias y alcaldías, así como el aumento gradual de la edad de jubilación para las mujeres a 65 años, a partir del 2015.
Por su parte, las bolsas cerraron con fuertes alzas la semana, en medio de un frenesí de compras tras los derrumbes de la semana y algo apaciguadas por medidas contra la especulación en Europa y la reanimación del consumo en Estados Unidos, pese a la desaceleración de Francia y Japón.
Para Peter Cardillo, de Rockwell Global Capital, “los problemas aún no se han terminado”.
Los ‘swaps’ son otra alternativa
Sudamérica estudiará la utilización de ‘swaps’ cambiarios, similares a los que han implementado naciones de Asia, como uno de los mecanismos para proteger a la región de turbulencias financieras externas. Esa fue una de las propuestas de los ministros de Finanzas de la región, reunidos en Buenos Aires el pasado viernes.
Desde hace un par de años, los Bancos Centrales de América Latina tratan de frenar la apreciación de sus monedas locales -originada por el mayor flujo de capitales financieros extranjeros- en niveles que amenazan la competitividad de sus exportaciones.
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, explicó que el mecanismo de ‘swaps’ de monedas usado en Asia desde el 2010, como una forma de protegerse de las turbulencias externas, es un instrumento fuerte que debe ser tomado muy en cuenta.
Los ‘swaps’ son mecanismos por medio de los cuales dos partes intercambian un monto en una moneda por uno similar en otra y ambas partes pagan tasas de interés en base a cada moneda. Los canjes se hacen al comienzo y al final de cada operación.
Además, los ‘swaps’ sirven para obtener financiamiento con tasas de interés atractivas cuando no hay disponibilidad o no es conveniente conseguirlo por otra fuente. En este sentido, Asia lanzó en marzo del 2010 un fondo de USD 120 000 millones para destinar a ‘swaps’ cambiarios y darle liquidez de corto plazo al país miembro que lo necesite.
El pacto Chiang Mai Initiative Multilateralization permite a cada uno de los 13 países miembros canjear un monto en moneda local por uno similar en dólares, en una cantidad proporcional a su aporte al fondo. Reuters