La insuficiencia cardíaca es una enfermedad del corazón, en la que este órgano presenta dificultades para bombear la sangre de todo el organismo.
Contrario a lo que muchos piensan, el término insuficiencia cardíaca no significa paro cardíaco. Hay diferentes clasificaciones para este padecimiento, por lo cual su definición es algo amplia.
De acuerdo con el Manual MSD, “la insuficiencia cardíaca se produce cuando la acción de contracción o de relajación del corazón es inadecuada, por lo general porque el músculo cardíaco está débil, rígido o ambas cosas”.
Esto hace que la sangre no fluya en cantidades adecuadas y que se acumule en los tejidos causando congestión, de ahí el nombre de insuficiencia cardíaca congestiva (ICC).
Como explica el Manual de medicina, la acumulación de sangre que entra en el lado izquierdo del corazón produce congestión en los pulmones y dificultad respiratoria, pero si es por el lado derecho se afectan otras partes como las piernas y el hígado.
Es posible que tenga esta deficiencia durante años sin tener síntomas, pues es un proceso lento que empeora con el tiempo, ya que la función del corazón se ve comprometida.
Síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva
De acuerdo con un artículo de la Clínica Cirugía Vascular de Guadalajara, la insuficiencia cardíaca puede ser crónica, o aparecer de forma repentina y aguda.
En cualquiera de los casos, los signos y síntomas suelen incluir:
– Dificultad para respirar.
– Fatiga y debilidad.
– Inflamación en las piernas, tobillos y pies.
– Latidos rápidos o irregulares.
– Dificultad para hacer actividad física.
– Tos persistente o silbido en el pecho con flema blanca o rosada.
– Incremento en la necesidad de orinar en la noche.
– Inflamación del abdomen.
– Incremento rápido de peso.
– Falta de apetito.
– Náusea.
– Repentina y severa falta de aire y tos de moco rosa.
Si tiene dolor de pecho, debilidad extrema o falta de aire con latidos rápidos debe ir a urgencias.
Causas de la enfermedad
Entre los factores de riesgo que se asocian a la insuficiencia cardíaca, de acuerdo con el Instituto del Corazón de Texas están las enfermedades en el corazón, o los ataques cardíacos previos.
En la lista están la enfermedad arterial coronaria, arritmia, enfermedad valvular cardíaca, cardiomiopatía, defectos cardíacos congénitos.
También la hipertensión, el abuso de alcohol y drogas, la diabetes y la obesidad provocan alteraciones de este tipo.
“El 80% del diagnóstico se hace con el examen físico y el interrogatorio del paciente”, afirmó Martín Cohen, jefe de Cardiología del Instituto Médico Agüero. Aunque luego se confirma mediante estudios adicionales, como la radiografía de tórax y el electrocardiograma. Los especialistas insisten en que no hay que demorar la consulta.
Tratamientos
Con frecuencia los cambios en los hábitos son la recomendación médica más frecuente. Dejar de fumar, de consumir alcohol y llevar una dieta baja en calorías, grasas saturadas y sal. A esto se le puede sumar actividad física, pero cada plan depende de lo que el médico considere oportuno según el estado del paciente.
Los estudios demuestran que los medicamentos también ayudan a mejorar el funcionamiento del corazón, permitiendo al paciente hacer ejercicio y disfrutar de otras actividades físicas más fácilmente.
Dependiendo de la gravedad, el profesional de la salud puede sugerir un procedimiento como la angioplastia, utilizado para abrir las arterias estrechadas por acumulaciones de placa grasa; la implantación de un stent; la reparación o reemplazo de válvula cardíaca; la implantación de marcapasos u otros dispositivos, un bypass coronario o hasta un trasplante de corazón.
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