Telipogon SP. Foto: Vicente Costales
A simple vista, muchas de las diminutas orquídeas que habitan en el Ecuador pueden pasar casi desapercibidas cuando se las mira en la naturaleza. Sin embargo, con un buen lente fotográfico y la correcta iluminación, estas plantas ofrecen rostros que impactan a quien las mira.
En un recorrido por el Jardín Botánico de Quito, el orquideólogo Luis E. Baquero muestra esa cara oculta de la naturaleza, que mide menos de 2 centímetros. Varias especies que habitan en la institución todavía no tienen nombre, sin que esto implique su inexistencia. Más bien, corresponde a esa cultura científica en la cual una especie recibe su cédula cuando se ha verificado por completo su originalidad.
Baquero, quien también es investigador de la Universidad de las Américas, resalta que las orquídeas son la muestra más precisa de aquel calificativo de “país megadiverso”. Se las puede encontrar en la Costa, la Sierra y la Amazonía; y cada gradiente térmico cambia su estructura, su forma, sus colores.
Plays Tele SP. Foto: Vicente Costales
Estos cambios en la forma y la estructura de las orquídeas todavía no terminan. En cada viaje por los bosques del país, los investigadores siguen añadiendo nuevas especies a la literatura internacional. Es por ello que el registro fotográfico de estas plantas las acerca al público y crea una relación visual con ellas.
Trisetella SP. Foto: Vicente Costales