Delfines rosados y grises están amenazados y Ecuador lanza un plan para protegerlos.
Más de 70 delfines de río han muerto en los últimos años. Para frenar la pérdida de más ejemplares, Ecuador puso en marcha un ambicioso plan de conservación para proteger al delfín rosado (Inia geoffrensis) y al delfín gris (Sotalia fluviatilis).
Son dos especies emblemáticas que habitan los ríos de la Amazonía y que actualmente están en Peligro Crítico, según el Libro Rojo de los Mamíferos en Ecuador.
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El proyecto, resultado de una alianza entre el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica y la organización WWF. Con ese se busca también garantizar la salud de los ecosistemas acuáticos del país.
Delfines rosados y grises están amenazados y Ecuador lanza un plan para protegerlos
Estefanía Arias Calderón, gerente de proyectos en WWF, contó que el plan surge tras la evaluación de una herramienta previa de conservación de mamíferos acuáticos vigente entre 2013 y 2024.
El proceso de construcción del plan tomó aproximadamente un año y se basó en información científica generada durante expediciones de monitoreo en la Amazonía.
El documento final incluye mapas de distribución, bases de datos de avistamientos y una tabla detallada de las principales cuencas y ríos donde se han registrado estas especies.
Delfines rosados y grises y su distribución
El plan identifica cerca de 40 ríos amazónicos en los que se han realizado avistamientos de delfines, aunque la distribución varía según la especie.
El delfín rosado, más flexible y adaptable, se encuentra en una mayor cantidad de ríos, incluyendo la cuenca del Pastaza, Aguarico; su distribución es amplia en toda la Amazonía.
Por su parte, el delfín gris, de estructura menos flexible, habita principalmente grandes ríos y tributarios en zonas como Morona Santiago y el área entre el Yasuní y el Cuyabeno, cerca de la frontera con Perú.
A pesar de los esfuerzos de monitoreo, aún no existen cifras exactas sobre la población total de delfines en Ecuador, debido a la dificultad de los censos y la baja tasa de encuentros en cada expedición.
Por eso, una de las líneas estratégicas del plan es fortalecer la investigación y el monitoreo constante para obtener datos más precisos.
Amenazas y estrategias de conservación
La pérdida y degradación del hábitat, la contaminación por actividades mineras y petroleras, el manejo inadecuado de desechos, la pesca incidental, el tráfico ilegal de partes de delfines y las malas prácticas de turismo y navegación figuran entre las principales amenazas identificadas.
El plan propone acciones inmediatas, como la reducción de la pesca incidental mediante regulaciones y campañas de sensibilización, y otras de largo plazo, como la restauración de hábitats y la gestión integral de los ecosistemas acuáticos.
El plazo de ejecución del plan es de 10 años, con metas e indicadores de avance, aunque se reconoce que la recuperación plena de los ríos y la protección de los delfines demandarán esfuerzos continuos más allá de ese periodo.
El rol de los delfines en el ecosistema
Los delfines de río cumplen un rol esencial como bioindicadores de la salud de los ecosistemas acuáticos. Su presencia revela la existencia de peces y otras especies en equilibrio, mientras que su ausencia alerta sobre la degradación del entorno. “Un río con delfines es un río saludable”, enfatiza Arias.