Cangrejada: ritual perfecto para la amistad

Mauricio Hidalgo y José Moncayo están listos para disfrutar la oferta de las delicias del mar que se ofrece en el restaurante El Cangrejal del Estadio, ubicado al norte de Quito. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO

Tomar el mazo, acomodar la tablita y escoger el cangrejo con la pata más gorda. Cada uno tiene su ritual para comer cangrejos. Hay quienes prefieren empezar a comerlo por las pequeñas patitas. Otros dejan para el final el caparazón. Unos utilizan solo los dientes, mientras otros son expertos con las manos.

Pasar con la familia o con amigos un rato ameno. En esta ocasión,  Diario EL COMERCIO realizó un recorrido por cuatro lugares en Quito, en los que las personas pueden comer cangrejos. Los cuatro restaurantes tienen como especialidad este crustáceo, pero solo es una pequeña parte de la extensa carta que ofrecen.

El Cangrejal del Estadio

Hace seis años se ubicaron detrás del Estadio Olímpico Atahualpa, en el sector El Batán, al norte de Quito y, a propósito de la cercanía con el terreno de juego, aprovecharon para bautizarlo con el nombre de El Cangrejal del Estadio. Un negocio familiar que empezó como una apuesta para brindar algo diferente para comer. 

Se caracterizan por la sazón, cuenta Mauricio Hidalgo, propietario. Comentó que la chef es de Chone, de la provincia de Manabí, por lo que el toque costeño está presente en todos sus platos. Los cangrejos son su especialidad y con ellos los utensilios que los acompañan. El infaltable mazo de madera con su respectiva tablita, acompañada de un ‘babero’ que impide que la ropa se manche mientras se degusta el crustáceo

El toque picante que se destaca en la sazón de sus cangrejos es lo que ha atraído a la mayoría de clientes. “Tenemos seis componentes en cuanto a aliños”, confirmó Mauricio. Para que el cangrejo guste, debe tener un buen preparado  en el caldo.

José Capitán Cangrejo

Empezaron en el garaje de su casa. Ahora, en el 2022, cuentan con cinco sucursales en distintos puntos de la capital ecuatoriana. El que visitó este Diario fue el que se fundó primero; ubicado en el sector de La Luz, al norte de Quito. José David Esparza, el precursor de la receta y dueño, dijo que su madre le enseñó a preparar los cangrejos. Poco después con un socio decidieron emprender e invertir tiempo y dinero en lo que se convertiría en uno de los cangrejales más visitados de la ciudad.

El chef añadiendo toques de queso a los carapachos rellenos de pulpa de cangrejo para gratinarlos posteriormente. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO
El chef añadiendo toques de queso a los carapachos rellenos de pulpa de cangrejo para gratinarlos posteriormente. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO

Su carta es extensa y tienen promociones casi toda la semana. Los cangrejos son seleccionados para que el usuario solo coma pata gorda. Para José lo más importante de comer cangrejos es “despejarse”. Cuenta que, al comerlos, con familia y amigos, “uno se olvida de todo”; del celular, por ejemplo, y se centran en disfrutar la compañía del resto.

La constancia y tratar al cliente para que se sienta como en casa son lo que los caracteriza.

Cangrejos patas gordas con conchas gratinadas, carapachos rellenos, acompañado de encurtido, arroz y maduro cocinado. La receta comenzó en un garaje, ahora cuentan con cinco sucursales. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO
Cangrejos patas gordas con conchas gratinadas, carapachos rellenos, acompañado de encurtido, arroz y maduro cocinado. La receta comenzó en un garaje, ahora cuentan con cinco sucursales. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO

Urban Crab

Para quienes prefieren comer cangrejos, pero no sentarse con el mazo, la tabla y el ‘babero’, está Urban Crab. Un restaurante que nació hace poco más de tres meses. Está dedicado a crear platos con 100% pulpa de cangrejo. A Daniel Valencia, chef y propietario, le apasiona la cocina. Por esa razón es que quiso implementar otra manera de comer el cangrejo, no solo golpeándolo, sino que conjugándolo con otros sabores. 

Combina el pulpo y el cangrejo como hermanos. A su cargo también cuenta con otro restaurante llamado El pulpo del Chef, donde los comensales pueden pedir las mixturas que salen al combinar estas delicias del mar.

Una de sus especialidades es el risotto de mariscos (almeja, calamar, camarón) con  pulpa de cangrejo en salsa de tomates rostizados a leña y salsa cremosa de mariscos, acompañados de chipirones (calamares bebés) rellenos de pulpa de cangrejo. Así como una entrada con pulpo crocante con cangrejo, papas y vegetales.

Risotto de mariscos con chipirones rellenos de cangrejo y pulpa del crustáceo con salsa encima. Daniel Valencia, el chef, prepara platillos con 100% pulpa de cangrejo para aquellos que no prefieren el mazo y tabla. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO
Risotto de mariscos con chipirones rellenos de cangrejo y pulpa del crustáceo con salsa encima. Daniel Valencia, el chef, prepara platillos con 100% pulpa de cangrejo para aquellos que no prefieren el mazo y tabla. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO

Los Cangrejos de Nayón

Último, pero no menos importante, es el negocio familiar de Marco Chichomín y Nidia Tituaña, que lleva 23 años y sigue deleitando a su clientela todos los días.

Un caldo bien preparado es lo que hace que el cangrejo salga perfecto. Así piensa Marco, el chef y quien  pasa más tiempo en la cocina. En este local se sirven dos cangrejos en el plato,  a ellos se los acompaña con el caldito tradicional de la casa, que tiene un toque picante por su famoso ingrediente: el ají peruano. Se introducen en la oferta las almejas cocinadas, maduro, encurtido y hierbitas para darle ese toque criollo.

Marco Chichomín, el chef detrás de los Cangrejos de Nayón. Su esposa Nidia aprueba la sazón. Llevan 23 años en el negocio. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO
Marco Chichomín, el chef detrás de los Cangrejos de Nayón. Su esposa Nidia aprueba la sazón. Llevan 23 años en el negocio. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO

Su local fue uno de los pioneros en la venta de cangrejo en Nayón, sector donde se han popularizado el pescado frito y los cangrejos, en los últimos años.

Aunque su especialidad sean los crustáceos, su carta se ha ampliado con el pasar de los años. Todo gracias a las innovaciones del chef Marco, quien se arriesga a probar distintos sabores y compartirlos con sus comensales. 

Cangrejos en caldo tradicional preparado con la sazón de Marco y Nidia, con toques de ají peruano acompañado de almejas cocinadas. La tonga y el pescado frito también son sus platillos más populares. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO
Cangrejos en caldo tradicional preparado con la sazón de Marco y Nidia, con toques de ají peruano acompañado de almejas cocinadas. La tonga y el pescado frito también son sus platillos más populares. Foto: Carlos Noriega Y Diego Pallero / EL COMERCIO

Se levantan muy temprano por la mañana para empezar la preparación de los aliños que necesita, tanto el cangrejo como el pescado, la almeja y los mariscos. Sus clientes crecen, así como su espacio. Los Cangrejos de Nayón están expandiendo su infraestructura para atender a más clientela que se les ha sumado tras la pandemia.

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