Reciclaje y compostaje tienen más acogida en Quito

Roberto Cumbal administra el Eco Centro municipal, en el que se produce compost. Enseñan también a la gente a hacerlo. Foto: David Landeta / El Comercio
En Quito laboran alrededor de 400 recicladores de base. Aprovechan el papel, cartón, vidrio, plásticos, latas y desechos orgánicos que terminan en la basura. Clasificar y reciclar permite, por ejemplo, reducir el metano, un gas 25 veces más tóxico que el CO2, que contamina el suelo, las vertientes de agua y la atmósfera.
Se puede evitar arrojar los desechos indiscriminadamente, sin clasificarlos. En Quito ya hay varios sitios que los reciben.
El primer paso es separarlos; así se ayuda a quienes se dedican a esa actividad. Hay algunas iniciativas que identifican a los recicladores y los convocan donde están los desechos, lo que para ellos es un recurso. De eso, precisamente, se encarga ReciVeci, una propuesta que ayuda desde hace siete años a los recicladores de base.
Lorena Gallardo, impulsora de la aplicación, explica que se garantiza que esos materiales cierren su ciclo. La ‘app’ ubica a los recicladores más cercanos. Se los puede incorporar al sistema. También ofrecen recolección a domicilio; que si bien tiene un costo, da puntos por recolección; estos se pueden canjear con productos de marcas que apoyan a ReciVeci. La aplicación puede descargarse de forma gratuita.
En Quito la plataforma contiene material informativo donde la ciudadanía aprende qué es reciclable y qué no. La aplicación opera también en Tulcán, gracias a la colaboración del Municipio de esa ciudad y otros aliados. Ahora están a punto de lanzar su operación en Cuenca, en una alianza público-privada, y se espera hacerlo luego en Guayaquil. Son las cuatro ciudades priorizadas.
Hasta el momento, ReciVeci ha logrado recuperar 60 toneladas de material reciclable.
Desde el Cabildo quiteño también se provee de espacios para que los recicladores clasifiquen todo lo reutilizable y para que la gente vaya a dejar lo que extrae y separa de la basura. En la urbe hay cuatro de estos sitios denominados Centros de Educación y Gestión Ambiental (Cegam), según indica José Guevara, líder de estos sitios. Él agrega que al mes se procesan alrededor de 115 toneladas de materiales reciclables.
Allí reciben vidrio, papel, Tetra Pak, latas, plásticos y más. Piden, eso sí, que las botellas PET o envases Tetra Pak estén limpios o lavados antes de entregarlos.
En cuanto a la ubicación de los Cegam, en el norte están en la av. Eloy Alfaro y De los Aceitunos; en el centro, en la av. 24 de Mayo s/n y Pichincha; en el sur en la calle Amancay Oe7-71 y 4ª transversal, sector ciudadela Santiago; y en Pifo, en el sector Chaupimolino, pasaje Los Eucaliptos.
¿Qué hacer con los desechos orgánicos?
El tratamiento de los desechos orgánicos no requiere tecnología complicada ni procesos contaminantes. Se aprovecha el ciclo de vida completo de los alimentos. Se replica así la forma que tiene la naturaleza para tratar ese material; se lo convierte en productos beneficiosos y regenerativos. Los residuos orgánicos son el 65% de los desechos del hogar.
Pacha Compost, por ejemplo, se ocupa específicamente de reciclar residuos vegetales. David Vergara, quien lidera esta propuesta, explica que una vez que los vecinos los contactan, ellos les proporcionan baldes para separar los desechos. Una vez a la semana, los recolectan de nuevo. Después, los usuarios reciben a cambio compost hecho con sus propios desechos.
Esos insumos, explica Vergara, resultan ideales para quienes tienen sus plantitas o huertos porque no tienen químicos adicionales. De paso, agrega, se ayuda al medioambiente. Pacha Compost está en Facebook e Instagram o también puede ubicarlos al número 099 324 5038.
El Municipio también aprovecha los residuos orgánicos en el denominado Eco Centro. El agrónomo Roberto Cumbal, administrador del sitio (ubicado en el sur de la urbe), cuenta que allí los desechos se usan para hacer compost y se abonan con él huertos, cuyas cosechas van al Banco de Alimentos. Pero también enseñan a la gente hacer su propio compost.