En los cálculos de la Cancillería ecuatoriana aún cabe la posibilidad de que Muamar el Gadafi retome por completo el control de Libia.
Así lo señaló el vicecanciller Kintto Lucas, en el último de los tres pronunciamientos que el Ministerio de RR.EE. ha formulado sobre la virtual caída del régimen de 42 años del Gadafi.
“Hay todo un enfrentamiento de dos fuerzas que nosotros no podemos dirimir cuál es la ganadora”. Esas fueron las expresiones del segundo al mando de la Cancillería ecuatoriana, sobre la actual situación en Libia.
Por eso, Lucas dijo que el Ecuador no reconocerá al Consejo Nacional de Transición de Libia, que ha tomado el control de la mayoría del país y ha puesto precio a la cabeza de Gadafi, quien está oculto. “No podemos reconocer a un gobierno que todavía no tiene todas las características de un gobierno real”.
Sus declaraciones obedecen a la pauta que esta semana trazó el Gobierno ecuatoriano, de esperar el desenlace de la revuelta popular en Libia, que tiene el apoyo militar de la OTAN.
Según dijo Rafael Quintero, subsecretario para Asia, África y Oceanía de la Cancillería, en la actualidad hay una “guerra mediática” en territorio libio. Y, por lo tanto, supuestamente no es posible tener información confiable sobre la crisis en ese país.
De este modo, quedó claro que en los planes de Ecuador no está reconocer a los representantes de los insurgentes libios. De ahí que en América Latina el país permanezca alineado en posturas más críticas como las de Venezuela, que se niegan a reconocer un cambio en la dirección política de Libia.
De otro lado están posturas cautas como las de Brasil, que ha anticipado que se sumará a la decisión que en septiembre tome la ONU sobre Libia. Mientras que países como Colombia ya reconocen a los rebeldes.