Sin extraviarse por los dédalos de la fantasía, el editorial de EL COMERCIO del 26-02-2014, titulado “Derrota en grandes urbes” analiza en forma clara y precisa, como si se tratara de una radiografía, la forma cómo Alianza País (AP) acaba de recibir una derrota significativa en las elecciones municipales urbanas del pasado domingo.
Y los ojitos verdes de nuestro Presidente deben haber fulgido con asombro al leer que “Nueve de las 10 ciudades más pobladas tendrán, desde mayo, alcaldes de partidos distintos al oficialismo y que es muy significativo además que -según lo que va del conteo- solo en Esmeraldas y Coca, AP ponga alcaldes, mientras que en Quito, Guayaquil, Cuenca, Portoviejo…, capitales de las provincias de mayor población, los triunfadores son de otras fuerzas”.
Luego de esta primera derrota que sufre Alianza País y haciendo votos porque una paz luminosa bendiga nuestros inviernos, me permito concordar con este previsivo editorial que concluye: “Que un país plural y diverso en lo político empieza a vivir una época distinta a la de la hegemonía de siete largos años”.