Mago prodigioso que lo desaparece todo
Se llama John Christopher Pólit Estévez, hijo de Carlos Pólit Faggioni, ex contralor del Ecuador fugado en EE. UU. Cuando José Conceicao Santos, pagador de los sobornos de Odebrecht, le preguntó a Carlos Pólit, cómo hace para ocultar tanto efectivo, el pícaro contestó: “Mi hijo John trabaja en Bancos y está en contacto con personas expertas en desaparecer dinero”. Cuando se iba a dictar la sentencia a Carlos Pólit el 9 de septiembre, la fiscalía de Estados Unidos le pidió a la jueza que la difiera para el 27 de septiembre, puesto que John Pólit hijo está acusado de los mismos delitos de su padre, conspiración para lavado de activos y podría en ese lapso deshacerse de los bienes mal adquiridos. Los Pólit lavaron dinero registrando compañías en Florida a nombre de sus socios sin que estos conocieran los delitos. Entre 2010 y 2014 recibieron en sobornos 8 millones de dólares y cuando la policía detuvo a John, el mago sacó del bolsillo 14 millones y pagó para defenderse desde su casa, mientras, por otro lado, la justicia ordenó la devolución de los otros 14 millones que dio Pólit padre cuando se inició su juicio. Las millonadas exhibidas por los Pólit nos pertenecen a todos los ecuatorianos y fueron recolectadas en los casi 15 años que Carlos fungió de Contralor General del Estado con notas de 100 sobre 100 conferidas por Correa.
Los acusadores han pedido una sentencia de 19 años y 7 meses de cárcel para Carlos Pólit, mientras la defensa ha solicitado clemencia de 7 años por estar viejo y ser ‘buena gente’. La bondad de Carlos Pólit quedó demostrada a cabalidad, cuando en abril de 2017 enjuició por calumnia a la Comisión Nacional Anticorrupción que le acusó de irregularidades en la compra de los terrenos para la construcción de la Refinería del Pacífico que jamás se construyó, pero en la cual se gastaron 1500 millones solo en nivelar el terreno. La jueza Karen Matamoros condenó a Simón Espinosa, Julio Cesar Trujillo, Jorge Rodríguez, Fernando Vega, Isabel Robalino, María de Lourdes Arboleda, Byron Celi, Germán Rodas y Ramiro Román, a 1 año de prisión, abuso consentido por otro correista, el honrado fiscal Galo Chiriboga. Al final, Pólit retiró la acusación y ‘perdonó’ a los infractores. En los últimos días, los medios han informado de la promesa que le hizo el doctor Felipe Rodríguez Moreno, hijo de Jorge Rodríguez -uno de los condenados- a Carlos Pólit: “Estaré presente y te miraré a los ojos cuando seas condenado en los EE. UU.”. Sabemos que allí está. Los delincuentes Pólit son los vívidos exponentes de la podredumbre que azota al Ecuador. Carlos, que fue nombrado Contralor para cuidar los dineros del pueblo y recibió elogios y diplomas de reconocimiento por su honradez, que felizmente le están siendo retirados, se robó los dineros del pueblo y huyó cobardemente a gozar de sus beneficios, amparado, cuando no, de la impunidad otorgada por 20 años a todos los correistas malhechores. John, su hijo, ayudo eficazmente a su padre a dilapidar la plata mal habida, para lo cual no tuvo inconveniente en convertirse en el mago que hacía desaparecer todo el efectivo -no aceptaba cheques- que rondaba sus sueños. Dice el proverbio: “De tal palo, tal astilla”. A John, el joven y adinerado mago, le cae como anillo al dedo la sentencia que se hará efectiva en las próximas semanas y que coincidirá con los encendidos discursos de los candidatos a la presidencia, testaferros de Correa, ponderando la honradez, tijereteando la impunidad y enseñando las manos limpias, las mentes lúcidas y los corazones ardientes, a los contados parias que van quedando para vergüenza de la Patria.
Carlos Mosquera Benalcázar