La sociedad como una jungla se representa en seis relatos

Personajes fuera de control explotan contra el sistema en 'Relatos Salvajes'. Foto: Facebook de 'Relatos Salvajes'

Personajes fuera de control explotan contra el sistema en 'Relatos Salvajes'. Foto: Facebook de 'Relatos Salvajes'

Personajes fuera de control explotan contra el sistema en 'Relatos Salvajes'. Foto: Facebook de 'Relatos Salvajes'

El comportamiento fuera de control es la única respuesta cuando la sociedad humana tiene, cada vez más, cualidades de jungla. Si el individuo está aplastado por lo que se ha denominado ‘sistema’, la respuesta a soltar sería el “I’m mad as hell and I’m not going to take this anymore”, tan bien dicho por Peter Finch, en su rol de Howard Beale en ‘Network’ (1976).

Ahora, el argentino Damián Szifrón, sin tomárselo muy en serio, ensaya, con ‘Relatos salvajes’, sobre las dinámicas de la sociedad. El director hace que sus personajes también protesten de manera diversa y griten que están extremadamente locos y que no se conformarán con las cosas como están... Nunca más.

Con coherencia para combinar múltiples historias, haciendo del concepto -no de los personajes, ni de las situaciones- el eje de su película, Szifrón presenta seis relatos que se lían en tensión creciente, para postular que quienquiera puede explotar contra el mundo si se le aprieta el botón adecuado.

La rabia es el motivante de las historias de ‘Relatos salvajes’ y ella se acopla tanto para la comedia del absurdo, como para lo macabro, sin dejar de lado tratamientos más sobrios.

Así, la propuesta salta de un avión con pasajeros condenados por un misterioso personaje harto de su mala fortuna, a un comedor de carretera donde los ‘bastardos que dominan el mundo’ recibirán su castigo; de una riña entre conductores de distintos estratos, a un ciudadano que no puede más con las multas por mal parqueo; o de un conflicto familiar infectado de corrupción, a una boda disparatada.

Video: YouTube, canal: Kramer & Sigman Films

En ello hay entretenimiento por demás y no por el efectismo que abunda en el cine que copa las carteleras, sino por la esencia misma de los relatos y de sus personajes.

La arquitectura del filme sienta el ritmo para que el espectador no pierda interés. El montaje está cuidado al detalle, desde la apertura hasta el cierre, sin descuidar la forma de presentar los créditos iniciales: muy de acuerdo con la alegoría que termina siendo ‘Relatos salvajes’.

La película de Szifrón guarda empatía con el cine de los hermanos Almodóvar, Pedro y Agustín, quienes fungen como productores.

El estilo visual, la construcción y el sentido del humor, el acompañamiento de la música (firma de Gustavo Santaolalla) y personajes comunes empujados fuera de sus cabales, dan muestras de tal correspondencia. Sin embargo, la voz del argentino también se presenta autónoma, con una visión particular sobre la sociedad y sus vicios.

El elenco responde con suficiencia a las exigencias del guión, pasando con talante del histrionismo cómico a la interiorización dramática. Siempre grande, Ricardo Darín comparte créditos con Leonardo Sbaraglia, Darío Grandinetti, Julieta Zylberberg, Érica Rivas, Oscar Martínez... Todos contagiados por el ánimo del filme. Un ánimo que a más de uno moverá a no conformarse más.

Damián Szifrón

El escritor y director nació en La Matanza, Buenos Aires, Argentina, en 1975. En su breve filmografía constan los títulos ‘El fondo del mar’, ‘Tiempo de valientes’ y ‘Relatos salvajes’; esta última fue preseleccionada para una candidatura al Oscar.

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