Para reducir los tiempos de producción, optimizar recursos y generar proyectos más sustentables, la tecnología se ha convertido en un elemento indispensable para cumplir esos objetivos.
La arquitectura y la construcción, así como otras ramas, han encontrado muchos beneficios en la impresión 3D. Con programas modernos, impresoras, escáner y más equipos se logran reducir los tiempos de construcción y optimizar materiales para obtener un proyecto innovador.
Ubicada en la ciudad de Catamayo, conocida como la ‘del eterno Sol’, en Loja, la Casa Melania destaca por su arquitectura contemporánea y por el ladrillo de diferentes matices presente en toda la construcción. Esta obra es de la firma Castillo+Valdivieso Arquitectos.
El cuarto baño es uno de los espacios más importantes en la vivienda ya que es de uso diario. Debido a que muchos de los departamentos modernos cuentan con pocos metros esta estancia suele ser la más pequeña, pero hay trucos para que luzca más amplia.
Con un clima privilegiado y una gran vista, la Casa DA se ubica en una zona residencial del valle de Cumbayá. “Austera, correcta y ordenada” es como describe a esta vivienda el arquitecto Bernardo Bustamante, quien la diseñó. Con 250 m² de construcción fue diseñada para una familia de tres personas.
En medio de una gran vegetación, con cerca de 60 especies de árboles frutales, un huerto orgánico destaca el estilo moderno y contemporáneo de la residencia VY, en la ciudad imbabureña de Atuntaqui.
La Casa Efímera luce transparente y armónica. Dejó de ser un típico departamento y se convirtió en un espacio mucho más flexible, con una gran vista. A un lado de la residencia hay un verde y llamativo jardín y al otro, una de las tantas montañas que rodean a la capital.
Con vistas hacia el valle e Ilaló, la Casa Jardín es el resultado de una serie de operaciones e investigación para lograr una armonía entre la arquitectura y el paisaje natural.
Ubicada en las laderas de Yaruquí se encuentra Sun Villa, un proyecto concebido para que una pareja joven y sus dos hijos disfruten sus fines de semana lejos del ruido de la ciudad y amanezcan con vistas directas hacia el nuevo aeropuerto de Tababela y al valle nororiental de la capital.
Las tres viviendas son parte de un proyecto residencial que se implanta sobre una pronunciada ladera poblada de vegetación endémica.
En un sector delimitado por dos ríos contrasta el blanco, la estructura metálica y el cristal de la Casa de la Isla. A la vez que reluce con el verde de los jardines y la vegetación que la rodean, sus espacios internos se funden con el paisaje exterior.