Los únicos elementos en hormigón son los muros anclados que conforman el jardín y contienen el talud debido a las condiciones difíciles del terreno con pendiente pronunciada. Fotos: Cortesía Bicubik
Las tres viviendas son parte de un proyecto residencial que se implanta sobre una pronunciada ladera poblada de vegetación endémica.
Patricio Endara, de Endara Arquitectos, firma encargada de la obra, indica que de esta condición salió el concepto de diseño de las residencias.Consiste en aprovechar al máximo la espectacular vista al microvalle, e implantarse en la ladera de la manera más delicada posible, para rodearse de los árboles nativos existentes.
Sin querer enmarcarse en un estilo, el arquitecto cuenta que las casas son de una arquitectura contemporánea que responde, más que a un estilo, a una forma de vida de la gente. Se trata de espacios claros y líneas simples para potenciar los valores del terreno y la edificación, como en este caso la vista y el paisaje natural.
La madera y el acero predominan en los espacios tanto internos como externos.
Las condiciones del terreno también determinaron qué materiales se debía utilizar. Los elementos predominantes son vidrio, madera en pisos y cielos rasos, hormigón en muros de contención y en los recubrimientos de fachada.
Endara explica que se eligió una estructura de acero porque va bien con particiones y recubrimientos livianos. El sistema de particiones es de ‘steel frame’ con diversos tipos de revestimientos y aislamiento termoacústico con lana de vidrio. La fachada se construyó con metal, madera y fibrocemento. En la obra se omitieron los bloques.
El jardín es parte clave del ornamento.
En cuanto a los espacios, las viviendas tienen tres habitaciones que se ubican en el último nivel inferior. Su acceso se articula por un pasillo posterior que se ilumina mediante un pequeño y largo patio de luz. Su techo es una rejilla peatonal que permite el ingreso de luz, aire y lluvia.
Las áreas social y de servicios están en el piso intermedio, mientras que los estacionamientos se encuentran en la parte superior. El área social es totalmente acristalada, para permitir la apropiación del paisaje y la relación con el jardín plano creado. También se utilizó ese material para aprovechar la constante luz natural.
Para el acabado de fachada se escogió el color negro tanto en metal como en madera. Aquello intensifica y resalta el verde de la naturaleza, generando un alto contraste, mientras que en el interior estos materiales se conciben en colores más cálidos y luminosos.
Las casas marcadamente contemporáneas son a la vez muy neutras, resalta el arquitecto. Esto para lograr que se adapten a cualquier tipo de decoración y mobiliario.
De esta manera, son muy flexibles y permiten que los habitantes se apropien y personalicen su espacio manteniendo el concepto general.