A la forma original del antiguo granero se incorporó una innovación arquitectónica con una pared de cristal. Fotos: archdaily.com
Hoback, ubicado en el condado de Teton, Estados Unidos, tiene una nueva propuesta arquitectónica que desafía los cánones de la estética arquitectónica pero llega sin problema a conseguirla.
Se trata de ‘The Barn’, una casa de huéspedes con la forma y composición visual igual a la de un granero tradicional pero recuperado para vivir.
La obra del estudio Carney Logan Burke Architects surge por la necesidad de los propietarios del antiguo granero, de añadir una casa de huéspedes a su propiedad de miles de hectáreas en Tucker Ranch.
Los espacios interiores conjugan la estética antigua con elementos funcionales.
La intención inicial de los arquitectos fue añadir una sorpresa a la forma original del granero. El resultado fue una enorme pared de cristal con rejilla de segundo piso, con vista hacia los Tetons y el Jackson Hole Mountain Resort.
La estructura arquitectónica tiene dos ventanas inferiores de tolva que se abren para proporcionar aire fresco. En su totalidad, el sitio se pensó parecido a un espacio de carga de heno tipo loft, gracias a la instauración de formas parecidas a dos grandes puertas.
En 2016 finalizó la construcción de los 800 m² que conforman esta obra. Tres funciones destacan de este lugar: la incorporación de una casa de huéspedes para una familia que siempre recibe muchos visitantes; la posibilidad de que la familia comparta cómodamente en el sitio; y el privilegio de la vista que está alrededor de la edificación.
Lo espacios se distribuyeron para recibir a todas la visitas de la familia.
El estilo de granero se complementa con elementos de diseño interior originales y no por eso menos funcionales. Entre ellos destaca un garaje en el primer nivel, con piso de cerámica que evoca un tablero de ajedrez y da vida al lugar.
El portal de arquitectura Archdaily destaca que el edificio rinde homenaje a los graneros de trabajo del siglo XIX.
Las paredes exteriores e interiores están construidas con madera vieja tríplex. Las ventanas perforadas en la primera planta, imitan las tradicionales ventanas de graneros y el interior tiene un techo inclinado apoyado por las abrazaderas intercaladas entre las cerchas, afirma Archdaily.
Se trata de un diseño que permite revivir las azoteas durante las nieves pesadas del invierno de Wyoming, apunta el portal web especializado.
El garaje tiene piso de cerámica que evoca un tablero de ajedrez y da vida al sitio