Una momia de 3 000 años de antigüedad fue descubierta en la conocida como huaca La Florida, en uno de los barrios más tradicionales de Lima.
María Flores es una de las rezadoras de las almitas que retornó al cementerio indígena Unorico Samashunchik o Descanse en Paz en Otavalo, Imbabura.
Al menos ocho candidatas que representan a los pueblos y nacionalidades indígenas participarán en el certamen de belleza Sumak Warmy Ñusta del Ecuador 2021.
Ana Arellano Ruiz es la nueva presidenta del Pueblo Kichwa Otavalo, en la provincia de Imbabura.
Fusionar actividades de turismo y deporte es la propuesta del programa Trail Running Pawkar.
Las largas caminatas por los bosques nativos, los brebajes, baños de vapor y rituales son la receta que recomiendan los chamanes tsáchilas para fortalecer el sistema inmunológico.
Cuyes luciendo vestimentas similares a la de un médico, un agricultor y un ciclista son parte de los 30 ejemplares que participarán en el concurso del cuy más elegante y mejor vestido. Ese es uno de los números de la II Feria del Cuy, que se efectuará el próximo 18 de abril de 2021 en la parroquia Urbina, perteneciente a la provincia de Carchi, ubicado en el norte de Ecuador.
Acabo de publicar un libro que ha sido escrito en estos meses de obligado encierro por la pandemia que hoy azota a la humanidad entera; se titula Tras las huellas de Odiseo. Se trata de un ahondamiento en las fuentes griegas del humanismo clásico y, por ende, del pensamiento occidental. Mi libro es una singularidad literaria, un conjunto orgánico de prosas libres en el que el ensayo se torna relato de viaje, autobiografía, novela, cuento, reflexión filosófica, mitología, en fin; todo esto visto y analizado desde el trasfondo de la vida contemporánea. El ensayo literario concebido así, como un ámbito de amplias fronteras y con un carácter híbrido, estoy seguro que llegará a ser el género del siglo XXI, el que mejor interpreta la ambivalente cultura posmoderna.
En las sociedades preindustriales el individuo se definía por sus lealtades a un soberano. En los estados modernos cada ciudadano se siente leal a su cultura y es esta la que da significado a su universo mental y moral. La nación plantea la identidad de un pueblo desde el ámbito de la cultura y es la cultura la que ha sustituido a los antiguos lazos perdidos. Si la identidad se falsea y se torna nebulosa, la comunidad extravía aquella relación que la une a un pasado, a una memoria que explica su origen y destino, el “desde-dónde-vienes” y el “a-dónde-vas”. La identidad nacional es ese cúmulo de certezas que nos llega como algo objetivo y ajeno a nuestra voluntad personal. Es ese sentimiento excluyente y absoluto de pertenencia a un pueblo.
Yaku Pérez, candidato presidencial por Pachakutik, muestra al fin quién es. Una fue la estampa con la que se presentó en la primera fase de la contienda electoral, como un hombre llano del pueblo y con un discurso conciliador; otra es la agresiva imagen que exhibe ahora cuando comprueba que le faltan los votos para terciar en la segunda y definitiva etapa del proceso. Finalizado el escrutinio resulta que Pérez ocupa un honroso tercer lugar y no el segundo como él esperaba. Él y su grupo alegan que les están “robando” los votos, que hay una mafiosa conspiración de las oligarquías para impedir su triunfo. No exhibe pruebas suficientes que demuestren el supuesto fraude, sin embargo él lo sostiene. El tal complot es mera fantasía. Lo único real es su frustración.
Hoy 21 de febrero del 2021 se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha dedicada a promover la preservación y protección de los idiomas de los pueblos y nacionalidades del mundo. En Ecuador se hablan 14 lenguas originarias.
Las campañas electorales son oportunidades para medir los reales atributos de una democracia. En estos mismos días los ecuatorianos estamos embarcados en un proceso electoral, un corto lapso en el que demostramos cómo practicamos la política. Corren para la presidencia de la República 16 candidatos de los cuales solo dos o tres están avalados para el cargo. La mayoría ha surgido de la nada, nadie los conoce y nadie sabe a quiénes representan. Madrugadores vanidosos los más de ellos, aventureros que ostentan escarapelas de inexistentes partidos. Obligados a aventajar las ofertas de sus contendientes, hacen promesas extravagantes como aquella de regalar mil dólares a un millón de madres solteras o mal casadas. Demagogia perversa y descarada que viene de quienes por una década mintieron al país.
A Donald Trump lo conocimos los ecuatorianos en el 2004 cuando gobernaba Lucio Gutiérrez. Por consejos de Ivonne Baki, dama de alto coturno, Gutiérrez decidió que Quito fuese la sede del concurso de Miss Universo de ese año, un glamuroso y lucrativo negocio de Donald Trump a quien le pagamos quince millones de dólares por el supuesto “honor” conferido al país. Nadie, en ese entonces, hubiese imaginado que aquel aventurero llegaría a ser presidente de los Estados Unidos.
Gracias al mejoramiento general de la salud ambiental alcanzado en los últimos años; a los adelantos de la ciencia médica que hoy trata enfermedades que hace poco eran incurables; al hábito de consumir dietas sanas; gracias, en fin, a la usual práctica de alguna forma de ejercicio físico, la expectativa de vida del común de los ecuatorianos se ha extendido más allá de la frontera de los 80 años. Las perspectivas de llegar a la senectud con una salud controlada han crecido en las últimas décadas.
Los dirigentes de los pueblos indígenas Otavalo, Kayambi, Natabuela y Karanki, en la provincia de Imbabura, participaron este 21 de diciembre de 2020 en una ceremonia por la celebración del Kapak Raymi, conocido también como solsticio de invierno.
En 1978, Quito fue la primera ciudad de América en recibir de la Unesco el honroso título de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Tal distinción significó un reconocimiento a la ciudad como un complejo urbano con un valioso patrimonio histórico cuya vigencia ha permanecido incólume hasta la actualidad. En 1988 Quito fue señalado como un modelo a seguir en la conservación de su patrimonio histórico, gestión en la que, por igual, participaban actores públicos y privados.
Estoy en una sala del Museo de la Galería Uffizi, en Florencia. Ante mí, “La Primavera” de Botticelli. En este espléndido cuadro aparecen las Tres Gracias, mujeres cuyos cuerpos gráciles y armoniosos se traslucen bajo vaporosos vestidos; sus manos enlazadas en un ritmo ascendente y descendente sugieren la comunión entre el ser humano y la naturaleza. Triunfo simbólico de la vida y, a la vez, alegoría del tiempo. Pintura con resonancias platónicas, eróticas y míticas. Arte refinado que se ajusta a aquella célebre expresión de Leonardo: “la pintura es una poesía muda”. La equilibrada perfección de Simonetta Vespucci, su amada y su modelo, sirvió a Botticelli para plasmar un canon de belleza femenina que siguieron luego otros artistas del Renacimiento. Filippo Lippi, Ghiraldaio y Rafael no hicieron sino reafirmar esta figura idealizada de la mujer. Botticelli fue, en cierta forma, quien configuró visualmente el canon de la belleza femenina que, hasta hoy, ha imperado en Occidente.
Los dirigentes de las 12 comunidades que participan en la fiesta de la Diablada Pillareña y los funcionarios del Municipio analizarán que esta celebración tradicional se desarrolle vía virtual del 1 al 6 de enero del 2021. La idea de los organizadores es evitar la aglomeración de personas para evitar un posible contagio de covid-19.
En la España de Cervantes y en esos años que siguieron a la derrota de La Invencible, cuando las ilusiones de grandeza se marchitaban muy temprano, gobernaban los Austrias. Para aquellos españoles que no partieron al Nuevo Mundo, los recuerdos de pasadas glorias punzaban en la memoria tanto como los fracasos presentes, la abundancia de antaño contrastaba con las tristes migajas de hogaño. Y sin embargo, aquel imperio que en esos mismos días en Flandes retrocedía ante el embate del hereje era también la España del Siglo de Oro, la de Velázquez, Quevedo, El Greco y San Juan de la Cruz; la del presumido Duque de Olivares y otros oropeles, la de los Felipes, todos ellos monarcas de enriscados bigotes y mentón prognato.
La capital azuaya alcanzó un nuevo título internacional: Ciudad Artesanal y Diversa del Mundo, por parte del Consejo Mundial de Artesanías (World Craft Council), un organismo no gubernamental afiliado a la Unesco y creado en 1964 para salvaguardar las artesanías.