Redacción Guayaquil
Los primos Sergio Medina y Paola Maldonado miraban con detenimiento el interior de una urna de vidrio. Los dos niños intentaban ubicar dónde estaba una rana flecha, como anunciaba un rótulo. Un grito de la niña de 5 años alertó la ubicación del batracio.
Ellos, al igual que centenares de personas, llegaron ayer hasta el paseo León Febres Cordero, en el malecón Simón Bolívar. Allí se abrieron las puertas de Guayaquil Natural, una mezcla de zoológico y jardín botánico.
El programa es organizado por las fundaciones Ecológica Rescate Jambelí y Malecón 2000, y la Municipalidad de Guayaquil. Esta muestra de fauna y flora nativa ha sido diseñada con un enfoque principalmente educativo.
El programa utiliza como ambiente natural los tradicionales jardines plantados en esta parte del malecón. En esos espacios se puede conocer e interactuar con cerca de medio centenar de especies, entre aves, reptiles, anfibios, peces y mariposas. También hay 150 especies de plantas.
Roxana Iulita, del programa educativo de la Fundación Malecón 2000, dijo que la muestra estará abierta hasta el 16 de agosto. Hasta el momento hay 10 000 alumnos, de 300 planteles de la provincia, en la lista de visitas.
“Es una exposición donde se pueden apreciar aves, mariposas, serpientes y peces. Además, los niños pueden participar de actividades complementarias como juegos, concursos. También pueden aprovechar para fotografiarse con los animales”.
Ayer hasta el mediodía, el sitio registró un promedio de 300 alumnos por hora, en visitas planificadas. Iulita lo considera un éxito. Otras 200 personas particulares ingresaron por hora.
Las visitas son guiadas por personal de la Fundación Rescate Jambelí. “Una recomendación: cuidemos que los niños no metan los deditos en las jaulas y tampoco pueden pisar las áreas verdes”, exhortaba a un grupo de visitantes la guía Wendy Espinoza.
En el inicio del recorrido de su sector, Espinoza explicó sobre las especies de cotorras y pericos. También de las pavas silvestres y de monte.
Luego, muy sutilmente, se abrió paso en medio de unas ramas que guindaban desde lo alto. “Esto es un sauce llorón”, dijo.
Cerca de allí están varias jaulas grandes. En una de ellas hay dos aves de la especie Ara ambiguus guayaquilensis, más conocida como el papagayo de Guayaquil.
“Se trata del ave símbolo de la ciudad, declarada así el 21 de julio de 2005. Es endémico y su población, de unos 80 individuos en el país, está distribuida en Guayas, Manabí y una parte en Esmeraldas”, explica Julio Baquerizo, biólogo de la Fundación.
Jambelí tiene un proyecto reconocido a escala mundial, porque es pionero en reproducción de esta especie. Tiene unas 40 crías.
Una de las causas para ser una especie en peligro de desaparecer es el atractivo que genera su colorido plumaje, su tamaño y porque puede hablar. También por la destrucción de su hábitat. Es un ave de bosque seco tropical. También están los papagayos azul y amarillo y el militar. Todos son de llamativos colores.
Una de las áreas que llama mucho la atención en la exhibición es el lago de los caimanes y cocodrilos. El pequeño David (4 años) caminaba con recelo a unos 6 metros de un enorme lagarto de papel que está en uno de los jardines. Luego, su padre le señaló en el agua dónde están los reptiles.
La guía Mercedes Sotomayor abre varias telas en la puerta y de pronto se ingresa a un mundo lleno de colores. Son decenas de mariposas de 14 especies que vuelan allí, junto al paso de los visitantes. Algunas están sobre las flores alimentándose. Otras lo hacen sobre unas esponjas, en unos recipientes con agua azucarada.
El recorrido, de aproximadamente 1 km, que incluye peces, otras clases de aves, reptiles, anfibios y plantas concluye con la observación de la tortuga galápagos.
Allí, los niños y adultos aprovechan para tomarse fotos de recuerdo de un paseo que, además de ser atractivo, se convierte en un encuentro con la naturaleza. Ellos asumen el compromiso de cuidar a los animales y plantas.
39 días de exhibición
Guayaquil Natural atenderá del 9 de julio y al 16 de agosto. De martes a domingo, de 09:00 a 17:00, y los lunes desde las 12:00.
La entrada cuesta USD 2 para adultos y USD 1,5 para niños, estudiantes y tercera edad.La reserva para grupos se hace al teléfono 252 4530, extensiones 159, 160, 161. Durante los 39 días esperan sumar unas 50 000 visitas.
Rafaela Orrantia, directora de la Fundación Rescate Jambelí, dijo que trabajan en la conservación de animales hace 20 años.