La mayoría de industrias en Ecuador operan con tres turnos de trabajo. Esto significa que la eliminación del turno de madrugada, como resultado de los apagones, reducirá su capacidad productiva a dos tercios.
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Esto generará una pérdida considerable y afectará los niveles de producción y la competitividad del país.
Este es el tercer periodo de apagones que Ecuador enfrentará en menos de un año. Los cortes de fines de 2023 y de abril de 2024 fueron los últimos.
A diferencia de los racionamientos anteriores, que se realizaron durante el día y en horarios segmentados por zonas, esta vez afectarán simultáneamente a todo el país durante la noche. Esto representa un nuevo desafío logístico para las empresas.
Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (Cipem), advierte que estos apagones no solo afectarán las ventas. También tendría un potencial impacto la recaudación tributaria, es decir, menos ingresos para las arcas fiscales.
La proyección de crecimiento económico del 1%, estimada por el Banco Central, podría transformarse en un decrecimiento debido a la crisis eléctrica, enfatiza Robalino.
1,1 millones de dólares de pérdidas por hora
El impacto económico de los apagones nocturnos se estima entre 970 mil y 1,1 millones de dólares por hora. Esta es una cifra que refleja la magnitud del problema.
En ciudades como Cuenca, donde el sector industrial es particularmente fuerte, las consecuencias son especialmente severas.
Si bien algunas empresas pueden recurrir a generadores como medida paliativa, su uso es complicado. Esta dificultad se ve en industrias que demandan altos niveles de calor o aquellas relacionadas con la alimentación, que dependen de cuartos fríos.
El impacto del apagón en el comercio
El sector comercial también sufrirá grandes pérdidas. La Cámara de Comercio de Quito (CCQ) estima que el 30% de las ventas diarias de restaurantes se verá afectado por los cortes de energía. Esto podría traducirse en una pérdida de hasta 1,8 millones de dólares al día.
Diego Vivero, de la Confederación de Restaurantes del Ecuador, ha expresado que aunque el gremio asume esta crisis con responsabilidad, es inaceptable que el toque de queda se aplique de manera indiscriminada. Esto afecta al libre trabajo como a la movilidad de las personas.
El toque de queda se aplicará en seis provincias y un cantón en los que se declaró estado de excepción, por parte del Gobierno.
Además, señala que el teletrabajo ha tenido un impacto negativo en la dinámica urbana, ya que reduce significativamente la clientela de los restaurantes, sin que esto disminuya el consumo energético en los hogares.
El sector de entretenimiento y recreación también será golpeado, con pérdidas estimadas en 1,7 millones de dólares diarios, según la CCQ.
La afectación económica diaria combinada en los sectores comerciales y recreativos se calcula en 3,5 millones de dólares a nivel nacional, exacerbada por el toque de queda impuesto en varias provincias.
Una encuesta reciente de la Cámara de Comercio de Quito reveló que 25% de negocios cree que sus ventas se verán reducidas en más del 50% por los apagones. Esto evidencia la magnitud del impacto que esta crisis energética tendrá en la economía nacional.