La tendencia a la baja de contagios, muertes y hospitalizaciones por covid-19 se ha mantenido en Ecuador por algunos meses. Los expertos recomiendan responsabilidad en la pandemia, individual y colectiva.
Esta situación epidemiológica, a la que las autoridades sanitarias consideran extremadamente positiva, se evidencia desde febrero, tras el pico que provocó la variante Ómicron.
En la semana epidemiológica dos y tres, por ejemplo, se registraron más de 102 000 casos de la enfermedad, una cifra que no se había visto en el país desde el inicio de la emergencia sanitaria, en 2020.
En contraste con ese escenario, en la semana 17 hubo 1 009 contagios y en la 18 se contabilizaron 904 a escala nacional.
Del total de infecciones en ese periodo, precisaron las autoridades, la mayoría no requirió de atención médica y son pacientes que pasaron la enfermedad sin complicaciones.
Las muertes a causa del virus también muestran un notable descenso. En las semanas 15, 16, 17 y 18 se notificó un fallecimiento en cada una. Mientras que en la semana cuatro fueron 252 entre confirmadas y probables.
Tanto los contagios y las muertes por covid-19 se han mantenido a la baja. Según la ministra de Salud, Ximena Garzón, hay indicadores endémicos. Esto, incluso después de los feriados de Carnaval, Semana Santa y Día del Trabajo.
Inmunidad y nuevas subvariantes
El docente e investigador de la Universidad Internacional del Ecuador, Manuel Baldeón, señala que no debemos pensar que la pandemia está superada.
Baldeón explica que el estado de la emergencia sanitaria se debe a la inmunidad adquirida en la población por las vacunas y los contagios. Sin embargo, no hay que olvidar que esta disminuye con el paso del tiempo.
Otro factor que resalta el investigador es que siguen apareciendo nuevos sublinajes del virus como BA.4, BA.5 y BA.2.12.1.
Dos de ellas fueron descubiertas en Sudáfrica. Allí, epidemiólogos y virólogos observan cómo los casos vuelven a aumentar. Incluso, después de cinco meses después de que la variante Ómicron con su sublinaje BA.1. provocara un aumento acelerado.
Seguir con los cuidados
Para Baldeón, así como ocurrió con Ómicron, estas podrían evadir aún más la protección de las vacunas, lo que, sumado a un relajamiento por parte de las personas, generaría un problema.
Por ello, señala el investigador, no se debe bajar la guardia y mantener las medidas de autocuidado como el uso de la mascarilla en espacios cerrados y con poca o nula ventilación, así como el lavado frecuente de manos.
Además, menciona Baldeón, la enfermedad trae secuelas a largo plazo (long covid) y en personas con enfermedades como diabetes, cáncer, hipertensión la enfermedad se puede complicar.
“Hay que ser responsables con quienes están a nuestro alrededor”, resalta.
La salubrista Catalina Yépez coincide en que la pandemia muestra datos positivos, con un descenso sostenido en indicadores como positividad viral, contagios, muertes y ocupación hospitalaria.
Asimismo, indica, se ha evidenciado un aumento lento, pero sostenido de la vacunación con las dosis de refuerzo.
Para la especialista es fundamental la responsabilidad tanto individual como colectiva para medir los escenarios de riesgo. “La gente debe saber que si estoy en un lugar cerrado, con poca ventilación, siempre va a ser lo más prudente colocarse la mascarilla, y no solo por el covid, sino por otros virus respiratorios que circulan”, dice.
Yépez recuerda que los contagios van a seguirse presentando mientras el virus esté circulando, es un riesgo latente y por eso la población debe mantener los cuidados.
Lo que ha hecho la diferencia, si comparamos al inicio de la pandemia, son las vacunas, que ahora, si una persona se infecta corre menos riesgo de que la enfermedad se complique y muera.
“Sin duda es un escenario positivo, pero tenemos la responsabilidad, por nosotros y nuestras familias, de seguirnos cuidando y seguir con las medidas de prevención”, agrega Yépez.