En los primeros 12 meses de gestión gubernamental se ha conseguido la vacunación masiva, la reapertura de planteles y el mantenimiento de los bonos para las poblaciones más vulnerables, antes de una depuración de la base de datos de los beneficiados.
El 82,4% tiene las dos dosis contra covid-19
La inmunización es para el Gobierno su máximo logro. El proceso arrancó en la gestión de Lenín Moreno y fue empañado por la inestabilidad en el Ministerio de Salud (MSP) y los casos VIP.
De inicio, Lasso hizo de las vacunas su bandera. Cada pinchazo fue visto como un paso hacia la reactivación. Así, lanzó el plan 9/100 con el apoyo del sector empresarial y la Diplomacia. “El país pasó a ser un referente regional y mundial por haber vacunado a 9 millones de personas antes de los primeros 100 días de gestión del Gobierno”. La ministra Ximena Garzón ha repetido esta frase en citas mundiales como la cumbre global y virtual sobre covid-19 del pasado jueves.
Esa primera meta dio impulso al Plan Fénix, que se sumó a la estrategia de vigilancia epidemiológica y la investigación de casos. El resultado, en conjunto, fue un descenso de contagios y muertes por coronavirus, con una curva a la baja durante siete semanas.
El vacunómetro, la herramienta creada para marcar el pulso a la inmunización, contabilizó hasta inicios de abril un 86,5% de cobertura de primera dosis en la población mayor de 5 años y 82,4% en segundas dosis. La campaña para los refuerzos no ha sido del todo exitosa.
Así, el 28 de abril, Lasso y su Gabinete se quitaron la mascarilla. Desde allí se eliminó la obligatoriedad de su uso, con ciertas excepciones. La medida se ratificó esta semana, pese a que especialistas aconsejan no bajar la guardia.
Escuelas y colegios reabrieron sus puertas.
La educación pública tuvo apoyo en este primer año, aunque no en la medida de lo esperado. Los aciertos se cuantifican por las inversiones en infraestructura, vacunación a docentes y a estudiantes, y el retorno a la presencialidad.
Esta Cartera de Estado partió de un diagnóstico que identificó como problemas graves los daños en planteles por USD 650 millones y el bajo rendimiento escolar, que se agravó con la pandemia.
Según la ministra de Educación, María Brown, esto sirvió para poner en orden la casa y fijar los cinco ejes y 10 acciones de la hoja de ruta que empezaron a desarrollar en este primer año de Gobierno.
De los USD 2 812 millones de presupuesto en esta área, USD 547,4 fueron para inversión como el arreglos en planteles (USD 150 millones), equipamiento, planes de eliminación de la violencia y embarazos de niñas y adolescentes, entre otros. También se reabrieron 101 de las 1 000 escuelas cerradas en el anterior Gobierno.
Esto y la vacunación permitió que los 4,3 millones de estudiantes se incorporen a la presencialidad, salvo los 58 000 alumnos de 151 planteles de Costa que están en arreglos y siguen en la virtualidad.
La Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología (Senescyt) consiguió que universidades, escuelas politécnicas e institutos técnicos y tecnológicos del país, públicos y cofinanciados, aumenten los cupos, aunque siguen
siendo insuficientes.
Bonos, bajo un esquema de inclusión financiera
La actualización de la base de datos del Registro Social es uno de los principales trabajos que ha desarrollado el Gobierno. En su primera fase de depuración, entregada hace pocas semanas, se ingresaron más de 260 000 núcleos familiares y se han excluido 170 000.
Esteban Bernal, ministro de Inclusión Económica y Social (MIES), señala que tras finalizar esta primera etapa hay 1 435 000 núcleos familiares beneficiarios de las nueve modalidades de bonos o pensiones. Allí se invierten USD 1 297 millones de programados para este 2022.
El Bono de Desarrollo Humano es uno de los principales mecanismos de ayuda social que ha mantenido el MIES. Existen 974 000 personas beneficiarias.
Impulso Violeta es otro proyecto que nació en este primer año. En su fase inicial, el programa ha alcanzado a 18 953 mujeres beneficiarias de los bonos estatales y con quienes se trabaja en emprendimientos para su sostenibilidad financiera.