Colectivos realizaron plantón en Puyo contra femicidio

Colectivos en defensa de los derechos de las mujeres realizaron un plantón para mostrar su rechazo por el femicidio de Ximena. Foto: Cortesía
Organizaciones de derechos mostraron su rechazo ante los hechos de violencia que se registraron en Puyo (Pastaza) contra una mujer.
El martes 19 de octubre del 2021, en horas de la tarde, realizaron un plantón en apoyo a la familia de Ximena, quien fue asesinada por su pareja.
El caso se conoció a las 07:00 del domingo 17 de octubre del 2021. La joven de 32 años recibió 31 puñaladas de parte de su ex conviviente. El hecho se dio en presencia de uno de sus tres hijos (de 15, 14 y 7 años).
Giovanna Tassi, integrante del Colectivo Mujeres Caminantes, explicó que este caso causó conmoción en la localidad, por lo que están realizando una serie de acciones para mostrar su rechazo ante estos hechos.
"Fue un acto terrorífico que trajo consecuencias graves, como la muerte de la mujer y sus hijos quedaron solos. Ellos se están quedando con su tía, quien espera quedarse con su custodia".
¿Qué pasó con el agresor? Tassi indica que el hombre fue capturado y tiene orden de prisión preventiva. "Abogadas de la familia están buscando hacer justicia".
Grace Merino, magíster en Estudios de la Cultura, con mención en Comunicación, y docente universitaria, explica que en estos casos se evidencia una violencia reiterativa o lo que se conoce como el 'círculo de violencia'. La psicóloga norteamericana Lenore Walker planteó este término y señaló que la violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica o en espiral ascendente.
Por eso, en este círculo hay tres fases. La primera es la tensión, que se caracteriza por una escalada gradual de conflictos entre la pareja. Aquí, el hombre se vuelve violento y hostil, pero no de forma explosiva. Mientras que la mujer intenta calmarlo o bajar las tensiones. Lo hace por medio de complacencias para evitar molestias.
La segunda etapa es la agresión. En este momento se presenta el maltrato físico y verbal. Lo que produce miedo y temor. Generalmente, no se denuncia por estos factores que obstaculizan el pedido de ayuda a familiares, expertos o autoridades.
La tercera fase es la conciliación o ‘luna de miel’. En esta etapa el agresor se muestra arrepentido y pide perdón; hace promesas de cambio y da afecto exacerbado. Tras el aparente cambio, la mujer acepta las disculpas; incluso, quien denunció retira las acciones.
Gabriela Salazar, psicóloga clínica y psicoanalista, alerta que este ‘círculo de violencia’ se repite de forma constante. En ocasiones tienen desenlaces fatales, como el femicidio.
Sin embargo, hay parejas que no se separan debido a que mantienen cánones sociales pasados. Por ejemplo, “las separaciones son difíciles por los hijos” o “el matrimonio es hasta la muerte”.
Además, están las críticas de terceros quienes dicen “qué mujer tan tonta aguantando golpes” o “por qué no denunció al primer maltrato”.
Estos comentarios han generado miedo y vergüenza, por lo que muchas prefieren callar y no someterse a esas críticas.
A esto se suma la dependencia económica, ya que hay parejas que no pueden separarse porque no tienen trabajo ni opciones para generar dinero.
Merino complementa lo dicho por Salazar. Ella señala que estas críticas responden a una sociedad que culpabiliza a la víctima.
“Vivimos un sistema patriarcal que le dice a la víctima de violencia ¿por qué vas vestida así? o ¿por qué permites la violencia? Además, tenemos marcado el amor romántico y eterno o la supuesta protección del hombre, por lo que a la mujer que vive agresiones le es difícil separarse”.
¿Cómo trabajar con las mujeres para prevenir o salir de un contexto de violencia? Merino considera que es importante trabajar en casa y en los centros de educación para mostrar cómo es una relación sana o cuál no lo es.
Una de las recomendaciones -dice- es cambiar el lenguaje, ya que es una construcción social. Por ejemplo, evitar términos como “debes ser una mujer decente o un hombre mantenedor”.
Además, en el ámbito educativo funcionan las charlas sobre género con los estudiantes y abrir espacios para que los chicos y chicas cuenten sus experiencias.