La mesa puede lucir los bordados en manteles, servilletas y accesorios. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Zuleta, una comunidad ubicada entre Cayambe e Ibarra, aporta a la decoración de estilo ancestral con sus bordados, plasmados en productos que se exhiben en la capital del país.
Manteles, paneras, servilletas, centros de mesa, tapetes, portavasos y complementos decorativos para accesorios y cojines son algunas de las opciones en las que las mujeres de la comunidad andina plasman su identidad.
La historia de los bordados en Zuleta se remonta a 1940. Este trabajo, además de ser una actividad económica para las mujeres del lugar, es la expresión visual de su identidad, la cosmovisión campesina y la espiritualidad.
Varias familias se dedican a esta actividad en la comunidad. Así lo indica Ximena Pazmiño, representante de la tienda Zuleta, que junto con la Fundación Galo Plaza Lasso comercializan los productos con diferentes diseños en Quito.
Hombres y mujeres zuletas, así como la flor de ñacha se bordan en los objetos decorativos. Esta flor crece en todos los campos de la comunidad y es muy popular en los bordados.
Por ser un trabajo hecho a mano, la calidad es evidente. Un mantel para seis puestos cuesta desde USD 200.
Los juegos de seis servilletas o portavasos tienen un precio de USD 33. Las paneras y las toallas para baños de visitas se encuentran desde USD 15,58.