En textiles Shyris implementaron nuevos colores. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
El Mercado Artesanal de La Mariscal se ha convertido en un destino obligado para los turistas. La presencia de este centro de compras ha influido en la dinámica del sector, donde se han levantado tiendas especializadas en diferentes ramas de la artesanía, desde hace décadas.
El área textil es mayoría a primera vista. A pesar de que propietarios de cuatro boutiques declaran que las ventas se han reducido entre un 25 y 50% en este año, confían en que el rediseño y mejoramiento de sus productos atraiga a los clientes nacionales y extranjeros.
El Aborigen Folklore Artesanías está cerca de 30 años en la esquina de la Jorge Washington y Juan León Mera. Laura Bonilla, propietaria del establecimiento, trabaja con proveedores de diferentes partes del Ecuador. Alfombras, shigras, adornos para el hogar y pequeños ‘souvenirs’ no son ninguna novedad para Bonilla, quien conoce bien los procesos y a los responsables de la elaboración.
Los zapatos son lo nuevo de El Aborigen Folklore Artesanías. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
Sin duda, dice, cada tiempo aparecen variaciones con el fin de ofrecer más opciones a los clientes. Lo nuevo en esta ocasión son los zapatos forrados con tela realizada en telar por artesanos otavaleños. El calzado tipo bota está disponible en las tallas de la 35 a la 42 y el precio es de USD 28. El modelo muñeca viene hasta la talla 38 y el precio es de USD 15.
Al frente de El Aborigen Folklore Artesanías está Tribu. Esta tienda se inspira en las artesanías y propone vestimenta y accesorios con un concepto ‘outdoor’-urbano. Noemí Reinoso es la propietaria de la empresa, que nació en 1998 con una línea de bolsos, billeteras y sandalias en cuero.
En el 2005 se implementó la oferta de ropa para mujeres y actualmente tiene también las líneas masculina e infantil. Entre las novedades están los pantalones impermeables y de secado rápido, las capuchas y los vestidos de niña.
Tribu tiene sucursales en el Quicentro Sur (Quito), Loja, Cuenca, islas Galápagos, Vilcabamba y Baños. Érika Anrrango es la propietaria de Textiles Shyris, local ubicado desde hace ocho años al frente de los ingresos por la Jorge Washington al Mercado Artesanal. Su empresa se dedica a la confección de artesanías textiles y también a la venta y distribución.
Como encargada del departamento de diseño, cuenta que constantemente se hacen reformaciones para ofrecer mejor calidad y también productos contemporáneos.
Aly Textiles lanzó el poncho Ñusta, que tiene una capucha. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Antes se usaban liencillos y se han reemplazado estas telas por algodón y polialgodón. Los textiles se procesan para darles diferentes colores; ahora hay disponibles anaranjados, rojos, azules, verdes y otros colores además de los ya conocidos blancos y crudos.
Asimismo, han adoptado nuevos modelos de bordados y de cortes. Las siluetas se asemejan a las que se usan en los contextos urbanos, pero manteniendo los delicados bordados que toman hasta un mes en ser finalizados.
También en la Jorge Washington, entre la av. 6 de Diciembre y la Reina Victoria, se encuentra Aly Textiles. Reymi Lema, ingeniero industrial, fundó este emprendimiento hace seis años junto a su padre.
El enfoque de la marca es elaborar artesanías textiles en las que se cuiden todos los detalles, de tal forma que se puedan apreciar los colores y tejidos. Lema propone nuevos diseños y también trabaja junto a sus clientes en el rediseño de las artesanías típicas.
La marca produce manteles de mesa, cobijas, ponchos y una variedad de mochilas y carteras. En este año lanzaron un poncho tipo capa con diseños geométricos y con una capucha estilo americano.
Este modelo, que tiene un precio de USD 14, fue denominado Ñusta (reina en quichua), pues lema se inspiró en su esposa para diseñarlo. Aly Textiles también tiene sucursales en Otavalo y Guayaquil.