Los crecientes incendios forestales son causa de enorme preocupación. Chile sufrió el mayor incendio forestal de su historia en el año 2017 con casi 600 000 hectáreas afectadas movilizando enormes recursos locales e internacionales.
Ha causado mucho que hablar unas escenas del documental Nuestro Planeta de un canal de streaming, en el cual se presentan escenas de miles de morsas hacinadas en un hábitat reducido por haber emigrado de su lugar originario en busca de temperaturas más frías. En procura de espacio escalan montañas de rocas al pie del mar, pero al llegar muy arriba, cuando sienten hambre, al no tener conciencia de la altura buscan volver a la orilla tirándose hacia abajo provocándose la muerte.
La tecnología, la urgencia de un mundo ambientalmente más limpio y socialmente más inclusivo, junto a la nueva cultura juvenil, están influenciando en los empleos de una manera sin precedentes. Ser indiferente a esto es imposible.
Una empresa es sustentable no por su imagen ni por su filantropía, sino por la forma en que crea valor y maneja los impactos sociales y ambientales en sus procesos y en la toma de decisiones tanto operativas como estratégicas, de tal manera que su éxito también sea compartido con los grupos que involucra y no afecte la calidad del medio ambiente para las siguientes generaciones.
En varias ocasiones me ha tocado experimentar evidencias de que el Ecuador está fuera del radar de las decisiones de inversión de muchas empresas internacionales.
Pensar distinto es un estado mental. Pero no me refiero a llevar siempre la contraria, o ser el díscolo que todo lo cuestiona. Me refiero a la capacidad de ver las oportunidades dentro de una crisis, ofrecer de manera constructiva visiones distintas de un problema de tal manera de crear opciones creativas cuando buscamos perspectivas “fuera de la caja”, o criterios frescos para viejos problemas.
rsalas@elcomercio.org En el artículo anterior sobre un nuevo enfoque gerencial decía que además de adoptar prácticas de gestión de los impactos sociales y ambientales en las decisiones estratégicas y operativas, hay cuatro capacidades gerenciales que los tiempos actuales exigen para que una empresa sea sostenible: Estar atento, pensar distinto, actuar ágil y ganar resiliencia. Ahora amerita profundizar en cada una ya que son más complejas de lo que parecen. Estar atento, empieza por uno mismo, luego los otros y el entorno. Ser consciente de quién eres, a dónde vas, quienes te acompañan, y qué puede impedir llegar allá. Una perspectiva útil con 4 guías relevantes: 1- Tener conciencia del rol e influencia que cada uno tiene. Todos tenemos que actuar en distintas arenas, teniendo diferentes niveles de influencia en cada una. El problema es que muchas veces tenemos una percepción errada de nuestra real influencia en los demás. Y lo que es peor, a veces no identificamos el rol que debemos a
Siento que la economía ecuatoriana está acorralada entre un déficit fiscal irresoluble, deflación, crecimiento bajo y productividad negativa. La baja del precio del petróleo solo perjudica la estrategia del Gobierno, ya amenazada por el gradualismo y la poca institucionalidad política.
Con la Economía Circular, la Economía baja en carbono, Economía Digital, Economía Colaborativa y la Bioeconomía, la ciencia económica se está redefiniendo o está evolucionando como nunca.
Migraciones masivas involuntarias en búsqueda desesperada de un lugar para vivir parecen increíbles en este siglo, pero el caso de Siria y Venezuela son tristes pruebas. El tema genera desde sentimientos de solidaridad hasta nacionalismo extremo, por los impactos que provoca.
En 1900 la expectativa de vida era mucho menor. Las condiciones de vida, la medicina y el conocimiento han influido en que hoy sea entre 75 a 85 años dependiendo del país.
Sin darnos cuenta a veces nuestra mente tiende a ser más normativa que descriptiva. Frente a un desafío o un problema, establecemos un objetivo, normalmente aceptado por todos, y dictaminamos cuatro o cinco elementos indispensables, y pensamos que está resuelto.
Cada vez más empresas están implementando procesos de cambio motivados por riesgos o nuevas oportunidades de creación de valor, como los avances acelerados en el mundo digital, telecomunicaciones, biogenética, comercio, energía renovable, cambio climático, migraciones y comportamientos sociales.
Existen tendencias que están afectando de manera creciente al mundo y la forma en que vivimos. En lo económico, China superará pronto a EE.UU. como primera potencia mundial, y el crecimiento seguirá siendo liderado por los países emergentes. En lo político, el mundo es cada vez más multipolar. No habrá hegemonía de una o dos fuerzas, sino al menos 4. China, EE.UU., Europa y Rusia.
El pasado 31 me fui a dormir tarde con el Feliz Año retumbando fuerte en mi mente. Pensaba, ¿qué debe ocurrir para que sea realmente feliz? Pensé en las tres dimensiones fundamentales. Salud, dinero y amor. Importantes, sin duda.
Nuestra especie humana, el homo sapiens, apareció hace unos 150.000 años, y la civilización agrícola sedentaria se instaló hace 10.000 años. Según estudios, la producción mundial estimada en las civilizaciones conocidas se mantuvo poco alterada durante casi 1800 años hasta mediados del siglo XVIII. En este periodo, la normalidad era la lentitud y la inercia solo interferida por las guerras, hambrunas y otras crisis temporales.
La institucionalidad tiene gran influencia en el desarrollo sostenible de naciones, empresas, familias e individuos. Jeffrey Sachs, connotado economista, mencionó que la actividad humana se organiza en torno a instituciones que facilitan la cooperación a largo plazo hacia alguna dirección, empieza en la familia hasta llegar a los gobiernos y organizaciones mundiales como las Naciones Unidas.
Con el mundo y los mercados en plena transformación a velocidad espeluznante, las empresas están exigidas a adaptarse. Hay algunas preguntas clave. ¿Cómo hacerlo, y por dónde empezar? No es fácil con tantos expertos invadiendo los congresos, foros y correos electrónicos con artículos y opiniones diversas respecto a múltiples tendencias: La industria 4.0, la automatización y nanotecnología; la transformación digital, big data, la nube o el edge computing, el blockchain y el comercio electrónico; los Milleniums y otros que vendrán rápido y cada vez más distintos; cambio climático y otros fenómenos crecientes.
Los Objetivos del Desarrollo Sostenible, ODS por sus siglas, promovidos por las Naciones Unidas, trata de liderar la agenda global de gobiernos, organizaciones sociales, científicas y empresariales, e influenciar decisiones y acciones para la sostenibilidad del planeta. La cooperación multisectorial es fundamental ya que los gobiernos son insuficientes; y, además de la crisis del clima, se trata de resolver también la pobreza, la producción de alimentos, la disponibilidad de agua, la energía, desigualdad, discriminación, educación, entre otros.
Los Consejos Consultivos implantados por el nuevo gobierno ecuatoriano deben decantar en corto tiempo en agendas ejecutivas de cada área abordada, con institucionalidad y liderazgos efectivos, para dar credibilidad al proceso sobre todo en el momento político actual.