Múltiples crisis ahogan al Ecuador

Las múltiples crisis no dan tregua al Ecuador. Una dolorosa crisis sanitaria tomó desprevenido al país y dejó en luto a miles de familias. 

Hoy, la crisis política e institucional mantiene a 18 millones de ecuatorianos en el vaivén del juicio político en contra del Presidente y una muerte cruzada para desactivar a la Asamblea.  

Esta pugna de poderes políticos y partidistas está lejos de solucionarse con el dictamen de la Corte Constitucional, que da paso al juicio político.

El conflicto entre oficialismo y oposición ha hipotecado la estabilidad democrática y la reactivación económica que ansía la ciudadanía.

Miles de ecuatorianos siguen poniendo en riesgo su vida al intentar llegar a EE.UU. por caminos irregulares, para satisfacer necesidades básicas. 

La falta de una agenda social prioritaria y un esfuerzo nacional por buscar un desarrollo integral ha dejado a la población en la incertidumbre. Y, gran parte, está en una situación de vulnerabilidad

El panorama se agrava con la crisis generada por los desastres naturales. Estos evidencian la inoperancia para prevenir y reducir riesgos, por parte de los gobiernos locales y Central. 

La reciente tragedia de Alausí, en Chimborazo, es un ejemplo. Antes del deslave- que ha dejado más de 60 desaparecidos- no evacuaron de forma obligatoria a la población en riesgo, pese a las alertas.

Hoy solícitos ingresaron con maquinaria para cumplir con la remoción de escombros, como mandan los protocolos. 

Desde el 2015, el mismo Servicio Nacional de Gestión de Riesgos registra al menos 133 deslizamientos y 13 aluviones en Alausí, pero estos antecedentes no fueron suficientes para intervenir a tiempo en la zona de deslizamiento. 

La actual época lluviosa ha impactado a 161 de los 221 cantones del país con más de 1000 eventos peligrosos. Hasta el 28 de marzo del 2023 hay cerca de 10 000 familias afectadas.

Este panorama se repite sin que alcaldes, gobernadores y funcionarios transparenten a la población qué hacen para mitigar los riesgos.

Los eventos adversos por la naturaleza, la actividad humana o de ambas siguen siendo minimizados.

El Ecuador está aún frente a dos riesgos potenciales, que de no ser manejados con responsabilidad pudieran generar más catástrofes innecesarias. Se trata de el Cotopaxi y el Fenómeno de El Niño. 

Hay al menos tres escenarios alrededor del Cotopaxi: que siga emitiendo gases y ceniza; aumente la actividad sísmica como ha venido ocurriendo o se de una erupción de gran escala. Más de tres millones de personas serían  afectadas. 

El Fenómeno de El Niño es otro desastre que ya impactó al Ecuador en 1982 y 1997. Ahora se prevé que llegue a partir del segundo semestre de este año, tras una extendida estación de lluvias. 

Otra crisis no menos importante es la de la inseguridad, que se ha venido profundizando con sicariato, secuestro y extorsión. El promedio diario de muertes violentas es de 17, principalmente, en 15 distritos que forman parte de la ruta narco-delictiva que también demanda intervención urgente. 

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