El huracán que sacude la FIFA vino desde Latinoamérica

De los 14 imputados por irregularidades en la FIFA, 10 son de países latinoamericanos. Foto: EFE

De los 14 imputados por irregularidades en la FIFA, 10 son de países latinoamericanos. Foto: EFE

De los 14 imputados por irregularidades en la FIFA, 10 son de países latinoamericanos. Foto: EFE

El terremoto que ha sacudido la FIFA desde hace casi dos meses y que incluso motivó la dimisión del presidente Joseph Blatter tiene su origen en el fútbol latinoamericano, tanto en países de la zona Concacaf como de la Conmebol.

El mundo del fútbol despertó bruscamente de su sueño en la mañana del miércoles 27 de mayo, con la noticia de que siete dirigentes de la FIFA habían sido detenidos en un hotel de lujo de Zúrich, donde iban a participar un día después en la apertura del 65º Congreso de la institución.

Poco después se supo que las detenciones en Suiza, a pedido de las autoridades estadounidenses, formaban parte de una investigación anticorrupción por la que fueron imputadas 14 personas.

Cinco de los detenidos en Zúrich, que todavía continúan en el país de los Alpes a la espera de conocer su futuro procesal, son de países latinoamericanos y de los 14 imputados son 10 los latinoamericanos, lo que puso a la región en el ojo del huracán.

Eduardo Li (que era presidente de la Federación de Costa Rica y miembros de los Comités Ejecutivos de FIFA y Concacaf), Julio Rocha (expresidente de la Federación Nicaragüense y responsable de desarrollo de la FIFA), Eugenio Figueredo (vicepresidente ejecutivo de la FIFA y expresidente de la Conmebol y de la Federación Uruguaya), Rafael Esquivel (presidente de la Federación Venezolana y miembro del Comité Ejecutivo de la Conmebol) y José María Marín (expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol y miembro del Comité de Organización de la FIFA para el fútbol olímpico) fueron detenidos aquella mañana y continúan en prisión a la espera de una eventual extradición.

Los otros dos arrestados en Suiza proceden de Islas Caimán, el presidente de la Concacaf, Jeffrey Webb, y uno de sus colaboradores, Costas Takkas. Webb fue extraditado esta semana a Estados Unidos, declaró el sábado (18 de julio) y quedó liberado bajo fianza de USD 10 millones con el pasaporte requisado.

Los otros siete imputados

Pero además de los siete detenidos, la justicia imputó a otras siete personas, dos dirigentes de fútbol, el expresidente trinitense de la Concacaf Jack Warner y el paraguayo Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol y que, a su elevada edad de 86 años, fue puesto en detención domiciliaria.

Los otros cinco imputados son dirigentes de empresas de márketing relacionadas con el fútbol, de los cuales cuatro son también latinoamericanos, uno de Brasil (Jose Margulies de Valente Corp y Somerton Ltd) y tres de Argentina (Alejandro Burzaco de Torneos y Competencias, y Hugo y Mariano Jinkis -padre e hijo- de Full Play SA).

La Concacaf, que vio como su presidente Jeffrey Webb fue detenido y cómo sus oficinas eran allanadas poco después en Miami Beach, recompuso su cúpula directiva un día después, el jueves 28 de mayo, con un Comité Especial presidido por el hondureño Alfredo Hawit.

Desde entonces, los responsables del fútbol latinoamericano se han esforzado por mejorar la imagen dañada de sus Confederaciones.

En Paraguay, el Senado del país derogó la ley que permitía a la sede de Conmebol contar con una inviolabilidad similar a la de una legación diplomática y ello fue celebrado por el presidente de la organización, Juan Ángel Napout.

"Los dirigentes jóvenes de la Conmebol merecen una oportunidad. El descrédito en que cayó la organización no se le puede atribuir a la gente nueva de Conmebol", declaró el pasado mes a la AFP el portavoz de la organización, Néstor Benítez.

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