La línea Art Design Collection de ATU ofrece muebles contemporáneos. Foto: cortesía ATU
Todo se sumó de manera imperceptible, pero veloz. La tecnología, que explotó sin pausa ni medida y que cambia con una rapidez de huracán. Las nuevas formas de habitar y trabajar. La irrupción de nuevos grupos sociales, como mileniales, hipsters y emprendedores, que -con los diplomas aún bajo el brazo- rompieron con los esquemas establecidos y proyectaron nuevas formas de relaciones sociales. El caótico tránsito de las metrópolis, que hizo/hace que la gente busque otras alternativas para ganarse el pan de cada día.
Estos cambios, asevera Andrés Vásconez, socio fundador de WorkingUp, no solo son sociales sino también espaciales, de uso y de función.
Dos consecuencias directas de estas manifestaciones propias del siglo XXI son el ‘home office’ o trabajo en casa y el ‘coworking’, explica Oswaldo Paladines Zurita, arquitecto y catedrático de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica.
El ‘home office’ es una nueva forma de entender el trabajo en el siglo XXI y se alinea más con los beneficios asociados con la era digital y el trabajo ‘freelance’.
La estantería modular de ATU es multifuncional y sirve también como un escritorio. Foto: cortesía ATU
Esta forma de trabajo se ha desarrollado como una opción y no como un reemplazo para el trabajo de oficina. El cambio más notorio es que la tarea dentro de esta modalidad se mide por “resultados y metas cumplidas” y no por “horas de trabajo”, explica Paladines.
“Las ventajas de este sistema son muchas: ahorro en el tiempo y costo de traslado hacia la oficina, ahorro de suministros, incremento en la felicidad y comodidad en los trabajadores que se vuelven más productivos, menos ausencias laborales, menos espacio de arriendo, menos reuniones innecesarias”.
Para el coworking ATU plantea paneles divisores rebatibles que se pueden retirar. Foto: cortesía ATU
Por las facilidades que ofrece la Internet con sus distintas plataformas que apoyan la gestión a distancia, el ‘trabajo en casa’ es atractivo para oficinas y empresas que no tienen la necesidad de realizar productos concretos.
Es muy adecuado para pymes y empresas nacientes, que deben cambiar de personal con frecuencia, pues no tienen un flujo de trabajo constante.
Torno CoLab, del estudio Rama, es una plataforma que acoge a entes independientes.
Claro, este nuevo ‘formato’ de trabajo requiere de un espacio específico y de un mobiliario acorde con el mismo. Un ‘home office’ puede montarse tranquilamente en un rincón casero, en un espacio de 2 x 2 metros, explica el arquitecto Fernando Almeida. Y un escritorio adecuado, una silla a tono, un pequeño estante y una lámpara bastan. Claro, el hogar debe estar equipado con todos los adelantos tecnológicos que necesita el trabajo actual, incluidos Internet y los programas necesarios (licencias).
Empresas extranjeras, como BoConcept e Ikea, tienen un amplio menú de muebles creados para esa función. Marcelo Bastidas, de BoConcept, cuenta que entre sus existencias constan dos escritorios multiservicios ideales para esta tipología: el Cupertino y el Copenhagen.
En WorkingUp los espacios son interactivos y permiten el desarrollo comunitario.
Pero también hay empresas nacionales especializadas en eso. Fernando Vásconez, coordinador de Marketing de ATU, informa que esta empresa posee varias líneas específicas para equipar los ‘home offices’. Estas incluyen desde sillas hasta estanterías y modulares, pasando por los escritorios y mesas. ATU tiene, asimismo, líneas orientadas a satisfacer las necesidades y requerimientos del coworking.
Esta es una modalidad de trabajo más compleja, pero que está en franca expansión en el país. Y requiere, obviamente, de un espacio y un mobiliario propios, según Vásconez.
Este minimueble de BoConcept es ideal para montar una oficina en casas pequeñas. Foto: cortesía Boconcept
Es una alternativa intermedia; un punto medio entre el espacio tradicional de oficina y el ‘home office’. Los espacios de trabajo cooperativo (coworking) se presentan como proyectos especialmente diseñados para albergar diferentes alternativas de lugares de trabajo novedosos.
Desde ‘escritorios calientes’ (hot desks) que son ocupados por solo unas horas por cada persona, pasando por espacios amplios y flexibles que acogen a muchos individuos, hasta pequeñas oficinas privadas, explica Paladines.
¿Qué espacios y equipamientos debe tener un coworking? Vásconez enumera: Internet de alta velocidad, escritorios diseñados para aumentar la productividad, salas de reuniones, espacio para eventos, oficinas privadas, ‘napping room’, ‘play room’, sitios para mentorías y asesorías empresariales…