La biblioteca que une vanguardia con ecología

Los interiores se caracterizan por la iluminación natural y los ambientes coloridos, propios para cada edad. Fotos: www.archdaily.com

Los interiores se caracterizan por la iluminación natural y los ambientes coloridos, propios para cada edad. Fotos: www.archdaily.com

Los interiores se caracterizan por la iluminación natural y los ambientes coloridos, propios para cada edad. Fotos: www.archdaily.com

Kew Gardens Hills es un barrio neoyoquino del condado de Queens. Tiene 2,6 km² de extensión y unos 40 000 residentes habituales.

En este tradicional reducto de las clases medias de la ‘Gran Manzana’ se acaba de inaugurar, luego de una larga espera de casi nueve años, la Kew Gardens Hills Library.

Proyectada y diseñada por Workac -estudio internacional fundado por los arquitectos Amale Andraos y Dan Wood-, eledificio tardó mucho tiempo en gestarse.

Inicialmente, encargada por la gran Biblioteca de Queens, a través del Departamento de Diseño y Construcción de Nueva York en el 2008, esta obra fue uno de los primeros proyectos del Programa de Excelencia Diseño + Construcción de DDC, que desde el 2005 ha construido proyectos cívicos, seleccionando para ello a firmas de diseño líderes, según cuenta el portal Archdaily.

La fachada de hormigón y fibra de vidrio es inmensa.

La tan esperada biblioteca se abrió al público el 6 de septiembre de este año. La defensa dedicada de los miembros de la comunidad fue fundamental, para apoyar un diseño que ha proporcionado a la biblioteca las instalaciones necesarias y le ha dado una presencia física acorde con la importancia de la institución.

El proyecto comenzó como la renovación y la ampliación de 1 000 m² de una biblioteca existente en Lindsey, desde 1966. Su volumen aún es visible en la biblioteca completa.
Sin embargo, las mejoras estructurales y los nuevos detalles interiores han reemplazado al edificio preexistente, con un nuevo espacio de 3 000 m².

El punto focal del nuevo diseño es el espacio público a lo largo del perímetro de la biblioteca, ocupando el revés entre la huella del edificio preexistente y la acera.

La cubierta es verde y está tapizada con plantas.

Cubierta por un techo verde, esta zona perimetral se une a los jardines existentes en la parte posterior de la biblioteca para formar un bucle continuo de color verde.

En el interior, la zona perimetral se concibe como una banda de salas abiertas para ser utilizadas por cada uno de los diferentes grupos de usuarios de la biblioteca: adultos, adolescentes, niños y el personal de planta.

La nueva fachada tuvo como objetivo transmitir las actividades de la biblioteca al exterior. En el rincón más público, el techo alcanza una escala monumental. Un segundo pico, más pequeño y levantado en la esquina de los niños, ofrece vistas a escala infantil del sur del barrio.

Entre estos dos picos, la fachada se inclina hacia abajo, para proporcionar privacidad al personal y reservar áreas más privadas atrás.

La sección de la fachada en la entrada se despliega sobre la calle para hacer un toldo, que recuerda a una página doblada en un libro. En el lado norte desciende nuevamente, brindando privacidad para un área de estudio para adolescentes y, al mismo tiempo, acortando la diferencia de escala entre la biblioteca y su entorno residencial.

La fachada está hecha de paneles personalizados de hormigón reforzado con fibra de vidrio. Su patrón ondulado, en forma de cortina de pliegues verticales, crea un juego de luces y sombras, que suaviza el exterior vidrioso.

No solo expresiva y funcional sino también estructural, esta banda de hormigón actúa como una viga de 65 metros de largo que soporta el techo verde sin interrumpir el interior abierto. Dos grandes columnas son los únicos soportes para este elemento estructural, concluye Archdaily.

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