El aeropuerto de Quito tiene una sala VIP con diseño renovado

El gris y el azul son los preferidos por la diseñadora para este tipo de ambientes. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

El gris y el azul son los preferidos por la diseñadora para este tipo de ambientes. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

El gris y el azul son los preferidos por la diseñadora para este tipo de ambientes. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Dado el potencial de Quito para el turismo y los negocios, la sala VIP del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre se renovó para brindar un mejor servicio.

En un área ampliada, de 1 135 m², confluyen espacios para el trabajo, el descanso, el entretenimiento y la degustación gastronómica, entre otros.

La parte arquitectónica de la remodelación estuvo a cargo de In Studio, mientras que el diseño interior lo realizó Adriana Hoyos.

Luis Galárraga, gerente de Comunicación de Corporación Quiport, indica que la intención del nuevo espacio es que, desde la entrada, se sienta un ambiente de primera clase, que responda a la variedad de necesidades de cada tipo de pasajero que usa la sala.

La experiencia de la nueva sala VIP del aeropuerto empieza desde el ingreso, con un ‘lobby’ en la planta baja, que da la bienvenida al pasajero con una muestra fotográfica del Quito antiguo y del moderno.

La diseñadora de interiores Adriana Hoyos considera importante que desde este sitio se marque el ingreso a una zona VIP, que cuente con ambientes cálidos, acogedores, confortables y duraderos.

Como viajera frecuente y diseñadora de este tipo de salas en otros países, Hoyos quiso traer a la de Quito la intención de un hotel cinco estrellas.

Comenta que se quiere dar a este lugar comercial un sentido de detalle, de calidez y de elegancia, que no se sienta como una oficina. “Que tenga la iluminación cálida, que tenga el mueble cómodo. Esa fue la magia y donde puse más énfasis como diseñadora”.

La sala constituye un entorno con varias transiciones, donde se notan ambientes para diferentes fines, que logran independencia pero se conjugan en un mismo espacio. “Es transparente en cierta forma pero muy íntimo y acogedor”.

Hoyos explica que para eso usaron libreros decorativos que dividen los espacios pero sin desconectarlos. “Hay una permeabilidad de espacio a espacio para invitar al pasajero a que no se localice en un solo sitio”.

En estas transiciones, otra de las claves es el mobiliario cómodo, duradero y práctico, compuesto por varios tipos de sillas para diferentes propósitos de la sala VIP.

Hay sillas giratorias, de trabajo, de relax; muebles que podrían usarse en la sala de una casa, entre otros. Todas son individuales para dar individualidad y privacidad a cada persona que hace uso del espacio.

A estas bondades se añade la acústica de los espacios y lo que Hoyos entiende como ‘out is in’, un espacio exterior cubierto con una pérgola, que lleva el exterior de Quito al interior de la sala.

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