Las elecciones del 24 de febrero de 2014 se aproximan. Se trata de comicios seccionales para elegir prefectos provinciales, alcaldes municipales y sus cuerpos edilicios y juntas parroquiales.
Más allá de la indudable fuerza de Alianza País y sus partidos y movimientos aliados, hay temas que lucen nítidos: la incuestionable postulación del líder socialcristiano Jaime Nebot, quien buscará la reelección frente a una figura oficialista y, en Quito, las múltiples precandidaturas para enfrentar la candidatura de Augusto Barrera por Alianza País, de la que nadie duda ni dentro ni fuera de su movimiento.
En Quito se han visto dos momentos. La fugaz candidatura de Esteban Paz, que duró una decena de días y que dio mucho que hablar, y el actual pulseo entre Mauricio Rodas y Juan Carlos Solines, a más de la renuncia de Antonio Ricaurte para apoyar a Rodas. Este último fue candidato presidencial de Suma y Solines fue compañero de binomio de Guillermo Lasso, por Creo.
Solines y sus partidarios sostienen que un parámetro para dirimir una candidatura de unidad de la oposición es el resultado de las presidenciales, en las que Creo superó ampliamente a Suma. Por ahora, en este nuevo momento, Solines y Rodas no han hablado, más allá de conversaciones de hace varios meses que no prosperaron. Parece claro que, sin unidad, la oposición no tiene posibilidad de superar a Augusto Barrera y su sólido apoyo presidencial.