El tráfico vehicular
Circular por nuestra bella y legendaria “Carita de Dios” resulta, hoy en día, un verdadero viacrucis, pues la Ciudad se ha vuelto terriblemente congestionada, caótica e intransitable. Según opinión de muchos conductores, esto ocurre por obvias razones: en primer lugar y, como consecuencia del “pico y placa”, notamos que el parque automotor se ha duplicado, haciendo que el traslado de un sitio para otro se convierta en una real pesadilla. Los tiempos para llegar de un punto a otro, como es obvio, se han incrementado también en forma evidente, debido al intenso flujo vehicular que parece no tener solución. A este caos contribuye, sin duda, el cierre permanente de vías, bien sea por los “trabajitos” de última hora y sin la debida planificación y, como si esto fuera poco, a los dichosos conciertos y competencias ciclísticas que, se han puesto muy de moda y que, sin duda alguna, vienen a entorpecer aún más la asfixiante e insostenible circulación vehicular.
La verdad, queridos conciudadanos, es que las personas que, obligadamente y a diario, tienen que trasladarse de un lugar a otro, viven sumamente estresados, al punto que, muchas veces, pierden la paciencia, comportándose, hasta cierto punto, agresivos.
Fabiola Carrera Alemán