Las familias de Paúl Rivas, Efraín Segarra y Javier Ortega, los tres compañeros de EL COMERCIO que fueron asesinados en la frontera norte por disidentes de las FARC, siguen reclamando al Estado que en el país no haya más impunidad. En la concentración del lunes pasado pidieron no solo por los suyos sino también por todos aquellos que son víctimas de la violencia y cuyos paraderos se desconocen o, finalmente, han terminado sin vida.
En estos momentos de continuo dolor, lo de nuestros tres compañeros es uno de los casos emblemáticos, pero no excluyente de la terrible vulnerabilidad que se vive ante la delincuencia organizada que está afectando a todo el Ecuador.
En esta semana que termina, una periodista que investigaba sobre la violencia carcelaria debió abandonar el país por la serie de amenazas que recibió. También se vio una de las imágenes más espeluznantes en el marco de la violencia que agita al país, la de un hombre a quien le habían adherido explosivos a su cuerpo. Y la razón fue que la joyería en que trabaja no quiso pagar a los ‘vacunadores’ para recibir una supuesta protección.
La situación se ha vuelto ya intolerable ante un Estado que no sabe qué hacer ni cómo cumplir con uno de sus deberes fundamentales: la justicia. En este momento, el sistema judicial no tiene la capacidad -¿o la voluntad?- de dar una respuesta.
El caso de Javier, Paúl y Efraín es la muestra de aquello. El Estado no ha cumplido siquiera con la entrega del material clasificado, como se había comprometido, tanto en el gobierno anterior como en el actual. Este crimen quedó en la impunidad.
Como quedarán en la impunidad muchos otros casos. Y esto es sumamente peligroso para una nación cuya ciudadanía busca no solo una solución a esta crisis de inseguridad sino lo más elemental para un ser humano: una vida digna.
¡Nos faltan tres!… Siempre nos faltarán. La imagen de nuestros tres compañeros seguirá presente. En EL COMERCIO hay una placa conmemorativa en su honor. Pero además de los tres, faltan muchos más. El Estado tiene un deber imperativo que cumplir.