Los corredores de bienes raíces profesionales lo saben bien: cuando se vende una casa solamente se debe ofrecer la verdad y nada más que la verdad.
¿Eso qué significa? No ofrecer una mansión cuando se trata de una casa normal, explica la corredora Rocío de Campana.
Nunca es beneficioso ofrecer prestaciones que no tiene un inmueble. Eso, además de que no es ético, a la larga termina perjudicando al vendedor, explica Silvia Palacios, quien vende casas de Construecuador en una isla del Centro Comercial El Recreo. “La credibilidad es el principal fortaleza del vendedor. Y hace que la gente propague las bondades de la vivienda” .
Esta circunstancia, estar a expensas de la mayor o menor profesionalidad del intermediario inmobiliario o la agencia, es el punto negativo de la compra inmobiliaria. Por eso, es importante conocer toda la información acerca del inmueble antes de comprarlo, explica Campana.
Así, el consumidor debe saber que tiene derecho a exigir al vendedor lo expuesto en la publicidad, aunque no figure expresamente en el contrato. Los folletos o documentos similares que se utilizan en ofertas y promociones dirigidas de viviendas tienen carácter vinculante.
Por lo tanto, explica el portal español Consumer, lo que aparezca en la publicidad se ajustará a las verdaderas características, condiciones y utilidad de la vivienda. Además, tiene que hacerse de manera que no induzca a error a sus destinatarios y sin ocultar datos fundamentales.
¿Cuáles son estos datos fundamentales? Son aspectos que sirvan para que el comprador no se haga una idea equivocada sobre el inmueble, explica el arquitecto Fernando Almeida.
Si se entrega folletería, dice Almeida, debe aparecer en ella los siguientes documentos.
El nombre o razón social, domicilio y el certificado del Registrador de la Propiedad.
Un plano general del emplazamiento y de la vivienda.
La descripción pormenorizada del inmueble en cuestión, incluidas las áreas comunales y los servicios accesorios.
La referencia a los materiales y acabados empleados en la construcción, incluidos los aislamientos térmicos y acústicos; y los de las zonas comunales.
El precio total y la forma de pago deben ser claros y muy bien explicados. El precio total debe incluir valores como el IVA y hasta los honorarios del corredor inmobiliario.
La forma de pago debe aclarar los plazos, las cuotas mensuales, tasas de interés, tipos de tasas de interés, las cuotas de entrada. Todo de forma muy clara.