Esta vivienda diseñada por el arquitecto Daniel Moreno Flores y su equipo muestra el potencial decorativo de materiales como el carrizo y la madera rústica. Foto: cortesía Daniel Moreno Flores
La estética combinada con la creatividad son las apuestas decorativas del nuevo año. Este efecto se logra al arriesgarse por el uso idóneo del color, las texturas y los detalles.
Según los profesionales del interiorismo, esta orientación se aplica tanto en el uso de los accesorios como en la selección de los materiales y los acabados del mobiliario y los ambientes y estancias.
Isabel García, diseñadora de interiores de Studio Noa, dice que mezclando texturas y colores se evitan ambientes monótonos y sin estilo.
Su recomendación, la preeminencia del detalle, los elementos reciclados y naturales para tener ambientes elegantes.
Para el mobiliario aconseja opciones sencillas pero eficaces: las imperfecciones de la madera vista; las esculturas abstractas con texturas muy marcadas, los jarrones y cojines policromáticos. “Se pueden usar troncos reciclados y rústicos en bruto junto con muebles elegantes para dar un contraste interesante”.
En esta cocina diseñada por Simón Ordóñez, el tono naranja impone el carácter. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Aunque no es de última data, la utilización de materiales ancestrales como el carrizo, el bambú, la piedra, el ladrillo y otros en la decoración -tanto exterior como interior-, es una práctica que crece día a día.
Ya sea en las zonas sociales o íntimas, García aconseja “mucha mezcla de textura y colores”, dejando que cada pieza sea clave y luzca sus detalles en su verdadera dimensión.
Para la interiorista María Fernanda Andrade, la tendencia del nuevo año también apunta a buscar soluciones arriesgadas, a no tener miedo a experimentar. “Hay que decidirse por los detalles para generar ambientes sui géneris pero, no por eso, menos elegantes y modernos”.
Las texturas también se pueden lograr con los acabados. El regreso a la naturaleza es una opción en alza. El uso de reciclados con su textura natural es otra. La piedra rústica, otra.
La madera con vetas marcadas es la opción de este comedor de Studio Noa. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El arquitecto Fernando Ron recomienda maderas de vetas fuertes; colores naturales contrastados con matices sólidos y materiales pétreos en mesones y frentes de cajones. “La alternativa más reciente es el uso de porcelanato en cajoneras y en mesones de baño”.
En pisos y paredes, marcar detalles con texturas también es una opción. El concreto estampado y el microcemento son las alternativas del momento, con tonos tierra en contraste con blancos, indica Fredy Toapanta, gerente de 3ä Pisos y Revestimientos.
Miguel García, representante de Kare, considera que romper esquemas con textura y color es un riesgo pequeño, con grandes beneficios. Recomienda utilizar piezas concretas para dar esos toques diferentes. “La idea es que los elementos no compitan unos con otros, sino que se complementen entre sí”.