Durante un sobrevuelo realizado en las zonas afectadas por el terremoto del 16 de abril se captó el funcionamiento normal del puente sobre el río Chone. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO
Un puente construido con estándares constructivos nunca antes utilizados en el país resistió el terremoto de 7.8 grados en la escala Richter del pasado 16 de abril. Se trata del puente Los Caras, que conecta Bahía y San Vicente, sobre el río Chone, en Manabí.
Marcelo Romo, asesor estructural del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, quien participó en el diseño y asesoró en la construcción del puente, explicó a EL COMERCIO las razones por las que la estructura no sufrió daños con el sismo.
Entre varios detalles en el proceso de construcción destacan dos características constructivas: el uso de pilas de hormigón armado y de aisladores sísmicos.
48 pilas con un refuerzo minucioso, dependiendo del tipo de suelo, sostienen al puente que se levanta sobre el río. Por otro lado, la aplicación de 152 aisladores sísmicos, cuyo principio básico es “cambiar las grandes fuerzas que genera un sismo por grandes desplazamientos”, permitieron que el puente actúe adecuadamente ante el terremoto.
Los aisladores se colocaron en las 38 pilas que se encuentran bajo el agua. En las 10 que corresponden a los accesos por Bahía y por San Vicente se aplicó más resistencia que la indicada por las normas.
Según Romo, los estándares de calidad del puente, en todos sus elementos constitutivos, superan lo que establece la Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC).
El ingeniero explicó que la intensidad del sismo del 16 de abril es similar a la de los sismos que ocurren cada 475 años e, incluso, se acerca a las que se dan cada 1 000 años.
Otra innovación que hizo que este puente no colapse fue las pruebas dinámicas que se realizaron durante la construcción, para asegurar la resistencia de cada pilote que conforma las pilas (hay ocho o nueve por cada una).
Se aplicaron tres pruebas de este tipo, que consisten en golpear el pilote para medir cómo se propagan las ondas. De esa forma se obtuvo un valor de resistencia, el cual es más alto en unos pilotes que en otros, según el tipo de suelo a lo largo de los 1 980 metros del puente.
Romo considera que por la capacidad de resistencia a los sismos, el puente sobre el estuario del río Chone únicamente puede compararse con los puentes nuevos de California, que están diseñados bajo estándares similares.
Según el asesor estructural de la obra, los estándares del viaducto superan la norma.